La compañías aeronáuticas Aernnova y Alestis han anunciado el desarrollo de negociaciones para la puesta en marcha de nuevos paquetes de trabajo que contarían con repercusión en Andalucía a medio y largo plazo, como la ejecución del NH90 o la puesta en marcha contratos con nuevos clientes.

Este anuncio se ha realizado en la jornada 'La industria aeronáutica en Andalucía. Presente y futuro', organizada por UGT-A y que contó con las ponencias del presidente de Aciturri Aeronáutica, Francisco Fernández Sáinz; el presidente de Aernnova, Iñaki López de Gandazegui; el consejero delegado de Alestis Aerospace, Gaizka Grajales; y el director de operaciones de Airbus Military, Alberto Gutiérrez.

En este marco, Grajales apunta a la existencia de "diferentes frentes aeronáuticos abiertos", tanto con clientes actuales como nuevos, que se podrían materializar a largo plazo, ya que "las decisiones, la inversión y tecnología hace que sean productos en uno o dos años". La compañía prevé alcanzar unos 110 millones de euros de facturación, empleando "muchísimos" recursos para el A350, y espera tener "un resultado cero con un ebitda positivo".

Grajales espera que 2011 sea "mejor" y apunta a una "cierta sensación de que el mercado tiene movimiento positivo en cuanto a volumen de entregas y crecimiento". "Todos los sectores están tocados por la crisis y el aeronáutico necesita mucha financiación para la construcción y compra de aviones, por lo que afecta lógicamente a todas las ventas de todos los aviones".

La compañía cuenta con una plantilla de 1.700 personas, el 80 por ciento en Andalucía, y ha contratado 650 personas en los últimos tiempos, especialmente en el área de ingeniería y en las instalaciones de Sevilla.

En cuanto al contrato de jets para Embraer, menciona a una caída del mercado de esta aviación privada, pero "hoy hay parámetros con expectativas de crecimiento en este área, aunque no tendrá la alegría que tenía en otros momentos". "No se van a vender tantos cientos de aviones como se había dicho, pero estamos en la línea con las entregas planificadas", sentencia.

Por su parte, el presidente de Aernnova, Iñaki López de Gandazegui, indica que en sus plantas de Sevilla y Cádiz se llevan a cabo desde los estabilizadores del CRJ 700, 900 y 1000 de Bombardier, hasta el ensamblaje final de aeroestructuras, o paquetes de trabajo subcontratados para Airbus en Alemania.

Además, realiza trabajos para Eurocopter o Superpuma y se prevé que el helicóptero NH90 se ejecute en Andalucía. "Esperamos poder seguir creciendo y aumentando la producción en Andalucía", matiza.

La compañía, con sede en el País Vasco y plantas en Sevilla y Cádiz, ha facturado unos 450 millones de euros, con un leve descenso por la crisis, y cuenta con 3.500 trabajadores. Así, destaca la apuesta de la compañía por la ingeniería, con más de 1.000 personas dedicadas a estos trabajos.

López de Gandazegui ha asegurado que la demanda de aviones está asegurada a medio plazo, "ya que continuará aumentando el tráfico aéreo". "Esa tarta estará para repartírsela, pero el problema es que están entrando nuevos competidores y hay que paostar por ser más eficientes", insiste el directivo, que apuesta por estar instalado en "todos los mercados para conseguir contratos, también en los de bajo coste para mantener el empleo en España".

El "valor añadido" del sur

En este contexto, el presidente de Aciturri ha criticado la "pérdida de contacto con el mundo exterior" de las empresas y la necesidad de información existente, sobre todo, de los mecanismos de financiación alternativos, "más allá de la financiación local".

Además, prevé el desarrollo de muchas más empresas constructoras en el futuro, en países como China o India, con mercados más abiertos. Así, para competir con estos países, auesta por el conocimiento y la preparación, "que ya se tienen", además de por la eficiencia.

"Vinimos a Andalucía porque el sur aportaba valor añadido a la cadena de montaje de la empresa", aclara Fernández, que apunta a que todas las previsiones realizadas para el desarrollo de la industria en el 2000 se han "superado con creces", frente a su "empresariado débil" de entonces ante el que "la Administración tenía que actuar".

Convenio marco

Durante el encuentro, UGT-A ha reclamado la necesidad de establecer un convenio marco en España para regular las actuaciones del sector aeronáutico de la empresas que operan en el país y evitar "prácticas de competencia desleal entre comunidades", estableciendo los mecanismos que permitan cumplir los estándares laborales mínimos en todas las plantas que la empresa tenga en un territorio e incluso sea extensible a las subcontratistas o tercerizadas.

El secretario general de Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT-A, Manuel Jiménez, ha apostado por el diálogo social para alcanzar este convenio marco orientado a "respetar las leyes de mercado y que los centros pueda optar a nuevas adjudicaciones de programas en igualdad de condiciones, preservando las condiciones laborales de sus trabajadores".

Jiménez ha apuntado como clave para un empleo de calidad la formación y especialización y ha recordado que el perfil de trabajador ha ido evolucionando en diez años, siendo actualmente el 35 por ciento de ellos de alta cualificación (directivos, ingenieros y licenciados) y un 16,3 de operarios cualificados.

Así, pide la renovación de los acuerdos y convenios de formación para el empleo y reclama la necesidad de implantar la formación reglada, a través de la formación profesional, para dar respuesta a la especialización requerida por este sector que ha crecido "a un ritmo trepidante".