Nueve de cada diez personas que se queman en Valladolid sufren heridas leves. La cifra la ha dado a conocer el servicio de Urgencias del Hospital Río Hortega durante el XIX Congreso Nacional de Auxiliares de Enfermería organizado por el sindicato SAE.

Las estufas, los aceites calientes, las sopas ardiendo, las electrocuciones con cables y los productos de limpieza inflamables suelen ser las causas más frecuentes de este tipo de accidentes.

Varias enfermeras de la Unidad de Quemados del Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona ofrecieron ayer un taller con las claves para estos casos. La primera de ellas, inmediatamente después a la quemadura, es echarse agua fría, ya sea dentro o fuera de la ducha. Acto seguido, es importante cubrirse la zona con toallas mojadas y acudir con rapidez a un centro de salud. Según la importancia de la quemadura, el enfermo será atendido allí o trasladado a un hospital.

En el ámbito doméstico

Aquellas personas con quemaduras en más de un 50% de su cuerpo suelen tener una probabilidad de supervivencia menor. Sin embargo, ha habido enfermos que han tenido un 90% y que han logrado salir adelante, según explican los médicos. La cara, el cuello y las manos son los lugares en los que se producen con más frecuencia las heridas. La mayoría de los accidentes que las ocasionan son en el ámbito doméstico, recuerdan los expertos.

El 'maquillaje' ayuda 

En el caso de las quemaduras de tercer grado, las más graves de todas, las secuelas son tanto físicas como psíquicas. La aceptación de una nueva imagen (con cicatrices y marcas) por parte del quemado es uno de los procesos más duros a los que tiene que hacer frente. Para ayudarle, el Hospital de Vall d'Hebron ha puesto en marcha unas sesiones en las que enseña a camuflar las marcas mediante productos de maquillaje específicos. El resultado, según sus responsables, está siendo muy bueno.

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