"Estamos a punto de presenciar algo extremadamente duro. No se trata sólo de televisión y entretenimiento", así comienza el documental El juego de la muerte, en el que los participantes de un falso concurso se torturan.
El juego de la muerte, que se estrena mañana en la pública France 2 y que ha costado 2,5 millones de euros, ha despertado polémicas en Francia, reabriendo el debate sobre los límites de la pequeña pantalla.
Ochenta personas fueron seleccionadas haciéndoles creer que participaban en Zona extrema, un concurso en el que los fallos se castigan con descargas de hasta 480 voltios.
¿Aberrante? Al final todo es un engaño: las descargas son falsas y el concursante que sufre es un actor. Lo mismo que el público y la presentadora, que incita a los participantes a la tortura. Ellos son los únicos que permanecen ajenos a la verdad, convirtiéndose en conejillos de indias para un experimento de resultado inquietante: sólo el 20% se negó a electrocutar al falso rival. La idea era mostrar la autoridad que ejerce la tele, empujando a hacer cualquier cosa.
Con los años, algunos programas han incluido, para el disfrute de la audiencia, pruebas extremas. Sin ir más lejos, en GH (Telecinco) se ha propinado pequeñas descargas a los habitantes de Guadalix.
Hay quien ha sido capaz de enfrentarse a sus fobias -como en Fear Factor (La Siete)- y enterrarse con vida, escapar de un avión en llamas o engullir arañas vivas. Los nervios eran el peor enemigo en La silla (FORTA). Ahí los concursantes sufrían sustos -cocodrilos, duchas heladas, lanzallamas...- con el fin de disparar las pulsaciones.
Los espectadores también se reían con el 'dolor' ajeno en ¿Quién dijo miedo? (Antena 3), un programa con menos peligros, pero con pruebas espectaculares.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios