Los docushow Princesas de Barrio (La Sexta) y Casadas con Miami (Cuatro) muestran dos realidades diferentes. Estos espacios intentan reflejar el día a día de un cuatro de muchachas de barrio, en el primer caso, y de un puñado de mujeres de amplia cuenta bancaria y residencia en Miami en el segundo.

Sin embargo, las audiencias de uno y otro programa parecen revelar que la lujosa y relajada vida de las mujeres de Miami resulta más interesante para los espectadores con menos recursos que la de las muchachas de barrio.

Quizá sea porque nos guste dejarnos maravillar por el lujo inalcanzable, pero el caso es que en sus dos emisiones Casadas con Miami han conseguido una media de 928.000 espectadores, frente a los 896.000 de media que acumula Princesas de barrio, con ocho emisiones, según datos de Barlovento Comunicación.

Tres grupos sociales clasifican a los espectadores en los estudios de medición de audiencias: clase alta/media alta, clase media y clase baja/media baja. El grupo más numeroso de espectadores que siguen a las mujeres ricas está entre la clase media (396.000 televidentes de media) y la clase media baja y baja (316.000 espectadores).

Sin embargo, a las Princesas de Barrio sólo le son fieles 265.000 espectadores de clase media baja y baja, siendo la clase media (425.000 espectadores) la más interesada por las vidas de las jóvenes de barrio.

Son los habitantes de poblaciones de menos de 50.000 habitantes a los que más les gusta viajar a Miami y observar el lujo y las excentricidades de las mujeres adineradas. Cada domingo 463.000 personas siguen las andanzas de las protagonistas de Casadas con Miami.

Más repartido está el seguimiento de Princesas de Barrio, que tienen más fieles entre los habitantes de pueblos y ciudades pequeñas (713.000 espectadores de media) y menos en las grandes ciudades (183.000 personas).

Por sexos, hombres y mujeres se sientan por igual a ver Princesas de Barrio, mientras que entre los seguidores de Casadas con Miami las mujeres son legión, con 544.000 espectadoras de media, frente a 384.ooo televidentes varones.

Sin embargo, algo comparten las mujeres de Miami y las de barrio, y es el espectro de edad de los espectadores que más les siguen: los que están entre los 25 y los 44 años.