¿Utilizas el correo electrónico del trabajo para registrarte o iniciar sesión en las redes sociales? Si es así, es recomendable que no sigas haciendo esta práctica porque puede acarrear problemas de ciberseguridad en las empresas.
Ya sea Facebook, Instagram, X (Twitter), YouTube, Tinder o Grindr, los estafadores están al acecho para robar información personal o datos bancarios para venderlos en la dark web, hacer compras indeseadas, robar dinero o suplantar identidades. Aunque si nos adentramos en las aplicaciones de citas, Tinder es la líder de esta categoría, sin embargo, es el cebo perfecto para estafar a los usuarios.
Volviendo al uso del email corporativo, en caso de que te hayas registrado en Tinder con el correo del trabajo, debes saber que la app tiene demasiada información sobre ti. Es decir, al descargar la plataforma y aceptar su política y condiciones de uso, se permite que acceda a información no sólo del dispositivo desde el que se va a utilizar la aplicación, sino también del perfil de usuario que va ser creado. Por lo tanto, si utilizas una cuenta de correo profesional, Tinder la recoge en sus bases de datos para vincularla a un perfil determinado.
Pero no solo tiene datos de ti, también puede llegar a comprometer la información de la empresa, ya que si un ciberdelincuente hackea nuestro perfil puede acceder a la cuenta profesional.
José Rosell, socio-director de la empresa de ciberseguridad S2 Grupo, explica en una nota de prensa enviada a los medios que "el peligro se ve muy fácilmente. Damos mucha información sobre nosotros mismos, que incluso podemos pensar que es privada, y todos estos datos en realidad no sabemos a quién se los estamos ofreciendo. Es más, puede que no se los estemos dando a una persona y sea un bot. Cualquier ciberdelincuente puede hackearnos el perfil de Tinder, descubrir dónde trabajamos y atacar nuestra cuenta profesional".
¿Por qué no se recomienda utilizar el email del trabajo fuera del ámbito laboral?
En primer lugar, utilizar la cuenta de correo corporativa para fines personales puede interpretarse como falta de profesionalidad, debido a que el email es una herramienta de trabajo proporcionada por la corporación a la que pertenecemos.
Y por otro lado, el hecho de no separar la vida profesional de la personal proporciona más información sobre nosotros, así pues, inconscientemente, se amplía el campo de actuación de los ciberdelincuentes y aumenta el posible daño de los ciberataques.
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