Los softwares que utilizan los empresarios para vigilar a sus empleados en España

Algunos trabajadores no quieren ser 'espiados' por sus empresas.
Algunos trabajadores no quieren ser 'espiados' por sus empresas.
©[Rawpixel] via Freepik.es.
Algunos trabajadores no quieren ser 'espiados' por sus empresas.

Durante el año pasado, los ciberataques en España aumentaron un 150% porque cada vez hay más vías de entrada para aprovechar cualquier brecha de seguridad. Estos ataques pueden suponer el cierre de la actividad empresarial, pero, ¿dichas vulnerabilidades dependen de la entidad o del trabajador?

David Purón (CEO de Barbara IoT) advierte que la culpa depende del empleado, debido a que “los mayores problemas de ciberseguridad suelen venir de ataques de ingeniería social en los que un trabajador es engañado para publicar sus credenciales de acceso a los sistemas de la empresa”.

Para remediar esta situación, algunos negocios han instalado unos mecanismos que controlan la actividad de los usuarios.

Los software de monitorización son unos programas que utilizan las empresas para revisar las páginas webs o aplicaciones que consultan los trabajadores durante sus jornadas. Algunas de las herramientas que permiten esta acción son Hubstaff, Workfolio, Prodoscore o Transparent Business.

Cada programa cuenta con un nivel de privacidad, además, la Comisión Europea publicó un estudio sobre el uso de estas prácticas. 

Los más entrometidos recopilan información sobre apps, historial de navegación, accesos, hacen capturas de pantalla, rastrean la ubicación en tiempo real, fotografían a los usuarios con la webcam y graban llamadas telefónicas. Mientras que los menos intrusivos son aquellos que no controlar las tareas de los usuarios.

Estos seguimientos pueden generar entornos agresivos de trabajo, por consiguiente, deben influir de manera positiva y ser transparentes a su actividad. Según la Comisión Europea, esta monitorización puede ocasionar efectos psicológicos negativos en los empleados.

¿El teletrabajo ha disparado la monitorización a los trabajadores?

Jesús P. López Pelaz (director del Bufete Abogado Amigo) afirma que el trabajo en remoto “obliga a adoptar medidas de control para garantizar la seguridad de los sistemas de la empresas”.

Durante la pandemia, las entidades tenían preparadas soluciones cloud para la gestión documental, mientras que las empresas medianas y pequeñas pusieron en marcha escritos remotos para continuar con la actividad.

López Pelaz señala que “debe darse el cumplimiento a las medidas necesarias para garantizar el respeto a la protección de Datos Personales, para lo cual será inevitable organizar sistemas de monitorización que identifiquen patrones anormales de comportamiento en el tráfico de red, con el objetivo de evitar la propagación de malware por la red corporativa y el acceso no autorizado de recurso”.

El director añade que sería recomendable crear en la empresa “un registro de accesos remotos y una monitorización de los mismos, realizando una evaluación de impacto, comunicándolo a los trabajadores e identificando la base jurídica del tratamiento con las medidas de seguridad adoptadas”.

¿Supervisión o espionaje?

Emilio Avilés (CEO & Founder de Slashmobility) indica que “no lo denominaría supervisión, sino el uso de la información para fines positivos. La información siempre es poder, y el poder mal utilizado, evidentemente, es un riesgo. No es espionaje, ya que nuestra legislación protege mucho la confidencialidad y el trato privado y público de nuestros datos”.

Mientras tanto, López Pelaz diferencia “que depende de la motivación para establecer esos controles y de la intensidad de los mismos. El problema en estos casos no es la monitorización en sí, sino el fin para el que se utiliza”.

Normalmente, los empleados no quieren ser controlados en el trabajo, no obstante, pueden opinar lo contrario si ven a estas herramientas como una utilidad con capacidad de decisión.

Su legalidad en España

El artículo 20.3 del Estatuto de Trabajadores determina que “el empresario podrá adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales, guardando en su adopción y aplicación la consideración debida a su dignidad y teniendo en cuenta, en su caso, la capacidad real de los trabajadores con discapacidad”.

López Pelaz apunta que “esto ni mucho menos es una carta en blanco. Puede monitorizarse y supervisarse el trabajo, pero siempre que sea necesario, proporcional y la medida de monitorización sea idónea”.

Las medidas adoptadas se comunicarán a los trabajadores de forma clara, directa y comprensible, justificando su necesidad y cómo se pondrá en marcha. Asimismo, también será comunicada a los representantes sindicales de los empleados.

En España, Avilés afirma que “cada vez más empresas ven la utilidad de las herramientas de monitorización, debido a que les facilita mucho la eficiencia en el trabajo para proteger el mayor activo y el capital humano. Por otro lado, y no siempre conscientemente, la mayoría de empresas están usando (sin saberlo) estas herramientas y dando el consentimiento a través de herramientas de terceros (email, chat, redes sociales, etc.)”.

Las ventajas e inconvenientes de estos software

Respecto a los pros y contras, Avilés hace un listado de los puntos más fuertes y débiles de estas herramientas de monitorización:

  • Puntos positivos: Las empresas son más eficientes para resolver problemas, evitan el absentismo y pueden abrir mayores puertas a la flexibilidad (como la reducción de jornada y deslocalización).
  • Puntos negativos: Las entidades deben superar el medio a lo desconocido, no falsificar la sensación de vulneración y evitar el mal uso de las herramientas.

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