Reservistas rusos compran en Telegram su billete para huir de la guerra: desde vuelos hasta diagnósticos falsos de VIH y hepatitis

Diferentes canales de Telegram están ofreciendo servicios para librarse del servicio militar por dinero.
Diferentes canales de Telegram están ofreciendo servicios para librarse del servicio militar por dinero.
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Diferentes canales de Telegram están ofreciendo servicios para librarse del servicio militar por dinero.

Valdimir Putin anunció el pasado 21 de septiembre una movilización parcial de reservistas para la guerra con Ucrania. Concretamente, 300.000 rusos varones tendrán que desplazarse al campo de batalla. Para evitarlo, algunos ciudadanos se están uniendo a canales de Telegram para evitar el servicio militar obligatorio y huir del país.

El medio de comunicación Rest of World ha contado la historia de Dima (nombre inventado para preservar el anonimato de la persona) de 26 años, un ruso de Moscú que se opone a la invasión de Ucrania y critica al presidente. A pesar de sus ideas, sus estudios y seres queridos le retenían en el país. 

Con el comunicado de Putin de reclutar a nuevos soldados, Dima explica que unos amigos suyos y él decidieron irse de Rusia. En ese momento, el ruso se unió a un canal de Telegram llamado 'Verkhinii Lars Chat', donde encontró transporte a Georgia.

Dicho canal es uno de muchos de los que existe actualmente para huir del país y evitar ser reclutado para la guerra. Se creó en 2019 para ayudar a cruzar la frontera desde Rusia a cambio de dinero y ya cuenta con más de 140.000 usuarios.

En el caso de Dima y sus amigos, cada uno tuvo que pagar 170 dólares (173 euros) esta semana para un viaje de casi 250 millas (402 km aproximadamente) que les acercase de una ciudad rusa fronteriza a Tbilisi (Georgia). Según las autoridades georgianas, más de 10.000 ciudadanos de Rusia cruzan la frontera cada día. 

Además de ayudar a los rusos a escapar del país, los canales de Telegram también ofrecen diagnósticos falsos de hepatitis y VIH, entre otros documentos falsificados. Estos espacios se han convertido en lugares en los usuarios venden servicios, como boletos aéreos de 34.000 dólares (unos 34.717 euros), cambios de moneda, alojamiento y oportunidades laborales en el extranjero o incluso su sitio en la fila fronteriza para evitar esperas de entre 40 y 50 horas.

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