Los drones se han convertido en una herramienta decisiva en los entornos bélicos. Lo hemos podido ver en el último año y medio en la guerra entre Rusia y Ucrania, con vehículos no tripulados como el bombardero SkyKnight, y en el conflicto israelí-palestino, donde Israel está aprovechando su liderazgo en el desarrollo de estos dispositivos para realizar ataques.
España también tiene drones fabricados por empresas locales, como el dron suicida Q-SLAM-40, que se puede transportar en una mochila y es capaz de reducir los daños colaterales en un conflicto; y el Ejército español ha llegado a acuerdos para tener otros drones con lo último en tecnología entre su arsenal, como el israelí Searcher y los estadounidenses Predators y Sirtap.
La presencia de los drones en las guerras provoca que los fabricantes de tecnología militar también desarrollen máquinas para derribarlos y defenderse de posibles ataques. Hoy, en 20Bits, hablamos de RapidFire, un sistema de armas de corto alcance capaz de detectar y eliminar drones.
¿Qué es RapidFire?
El sistema antidrones se presentó el año pasado como fruto de una colaboración entre Nexter y Thales. Se trata de una torreta automática controlada por control remoto que puede colocarse en barcos o vehículos terrestres.
La Dirección General de Armamento de la Armada francesa lo escogió en octubre de 2022 "para dotar a los próximos barcos […] de una nueva defensa de muy corto alcance". Según afirmaron, querían proteger al país galo "contra amenazas aéreas y de superficies modernas", como los drones.
La maquinaria bélica es un sistema de artillería multifunción de 40 milímetros que tiene capacidad de alcance de un objetivo aire-superficie de hasta 4 kilómetros. Desde Thales, informan que RapidFire "ofrece alta precisión gracias a su sistema de control de fuego optrónico integrado en una torreta liviana y no intrusiva, sus algoritmos avanzados, su potente arma y su sistema automático de gestión de munición que permiten la mejor reactividad y eficiencia para el operador independientemente del estado del mar".
La torreta está basada en el conjunto de armas 40CTAS, homologado por la OTAN. En concreto, está equipado con 5 tipos de municiones seleccionables y es compatible con toda la gama de municiones desarrolladas para programas de fuerzas terrestres y las nuevas rondas inteligentes Anti Aerial Airburst. Esto quiere decir que son a prueba de interferencia y desvío.
Además, RapidFire dispone de un sistema de control de fuego optrónico de alta precisión con mira multiespectral y telémetro láser de alta velocidad. Con esta tecnología, sus desarrolladores aclaran que la torreta puede defender a un solo dron o a enjambres de drones, detener aviones de combate o helicópteros de ataque y a varios tipos de misiles si entran dentro de su rango de alcance.
¿Cómo funciona RapidFire, la torreta antidrones?
La inteligencia artificial es clave en RapidFire. Gracias a esta tecnología, la torreta es capaz de buscar de forma automática a objetivos enemigos. Una vez los detecta, llega la intervención humana.
Según cuentan sus creadores, el sistema se pone en contacto con un operador humano a distancia que se encuentre en el centro de control de combate al hallar un posible blanco. La persona es la encargada de validar o ajustar el objetivo y su estrategia de ataque.
Cuando el humano ya ha realizado su labor, RapidFire acata las órdenes, apunta y dispara para destruir al dron o lo que quiera que haya visto en su corto alcance.
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