Observan desde España los primeros indicios de que el asteroide impactado por DART se ha desviado

Imagen del asteroide Dimorphos desde la Tierra.
Imagen del asteroide Dimorphos desde la Tierra.
EFE / Observatorio de Pujalt
Imagen del asteroide Dimorphos desde la Tierra.

El pasado 26 de septiembre, la madrugada del día 27 para el horario español, la NASA estrelló una nave espacial que viajaba a más de 22.000 kilómetros por hora contra un asteroide del tamaño del Coliseo romano. Fue una maniobra intencional, resultado de años de cuidadosa planificación, ingeniería y colaboración mundial. Fue DART, las siglas en inglés de 'Prueba de Redirección de Doble Asteroide'.

Lo que sorprendió a los científicos fue cuán espectacular fue realmente el impacto de DART con su asteroide objetivo, Dimorphos, que se encuentra a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra

Las imágenes tomadas por el Telescopio James Webb y el Hubble mostraron una colisión explosiva, mucho más grande de lo que habían predicho los científicos. Ambos mostraron un brillo notable del sistema posterior al choque, con grandes picos de material expulsado disparados al espacio.

La primera parte de la misión era acertar y su éxito lo pudimos corroborar en directo, ya que la propia DART incorporaba una cámara que transmitió las imágenes que veía hasta el mismo momento de la colisión, cuando la sonda se hizo añicos contra la superficie de Dimorphos. El compañero de DART, el satélite italiano LICIACube, también capturó el impacto desde una distancia ‘prudencial’, así como telescopios terrestres en ubicaciones favorables para observar el evento.

Ahora toca comprobar la segunda parte de la misión: corroborar que la primera maniobra de desvío de un cuerpo celeste por impacto cinético ha sido un éxito, es decir, verificar que Dimorphos ha cambiado su órbita alrededor de Didymos -el asteroide primario de este sistema- tras el golpe de DART. Y las primeras observaciones son prometedoras.

Astrónomos del Observatorio de Pujalt (Barcelona) han observado los primeros indicios de que Dimorphos, una roca de 160 metros de diámetro, se ha desviado ligeramente. No obstante, “falta esperar unos días más para confirmar si la desviación ha sido la esperada o no”, informan desde EFE.

“La ciencia avanza a partir de la experimentación y con ese experimento tendremos más información para saber cómo desviar los asteroides peligrosos en un futuro”, han recordado hoy los observadores de Pujalt en un comunicado.

Desde el Parque Astronómico del Observatorio de Pujalt, en colaboración con el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), el CSIC y la NASA, hacen el seguimiento de este fenómeno y han podido capturar imágenes de los momentos posteriores al impacto gracias al telescopio TGS de 20 pulgadas.

Estas imágenes han sido compartidas con el investigador Josep María Trigo (IEEC), que a su vez forma parte del equipo del proyecto DART de la NASA.

“Toda esta información, y posteriores capturas en próximas noches, servirán para ir confirmando cómo es el cambio de dinámica que los humanos hemos producido en este par de asteroides. Todo ello ayudará a tener más información a la hora de planificar en un futuro a años vista cómo podremos desviar asteroides que puedan ser un peligro para la vida en la Tierra”, han destacado los astrónomos de Pujalt.

Dentro de unos años, la misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) observará aún más de cerca los efectos del impacto de DART.

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