La NASA lanzó la sonda espacial Voyager 1 hace 46 años para convertirse en la primera nave en llegar al espacio interestelar en 2012. Desde entonces, este instrumento se encuentra fuera del Sistema Solar a más de 24.000 millones de kilómetros de la Tierra pero, desde diciembre del año pasado, la agencia espacial estadounidense ha tenido problemas con una de las tres computadoras porque no estaba mandando la señal de la sonda.
Dicha complicación impidió que se enviasen datos científicos a la Tierra, debido a que la unidad de telecomunicaciones de Voyager 1 empezó a transmitir un patrón repetitivo de unos y ceros, como si estuviera atascada. Sin embargo, tras detectar que la fuente del problema era el sistema de datos de vuelo (FDS, por sus siglas en inglés), el equipo de la NASA decidió reiniciar la sonda para intentar devolverla al estado en el que se encontraba antes. No obstante, Voyager 1 siguió enviando datos inutilizables y, en los últimos días, los investigadores descubrieron que dicho instrumento espacial estaba perdiendo su plena capacidad de comunicarse con el equipo técnico de la Tierra.
Pero, recientemente, los investigadores de la misión Voyager detectaron una actividad inusual en una sección del FDS e incluso lograron descifrar una señal para hacer una lectura completa del sistema de datos de vuelo. Además, tras este descifrado, los científicos se dieron cuenta de que se trataba de un comando enviado a Voyager 1 para identificar y solucionar posibles áreas problemáticas dentro del sistema.
Por otro lado, esta lectura abarca desde el código operativo hasta los datos científicos, de esta manera, la NASA puede resolver la incógnita sobre qué ha pasado con la sonda espacial Voyager 1 durante los últimos meses.
Tras este 'rayo de esperanza', los ingenieros han estado analizando los datos recopilados e identificando la fuente del problema actual, debido a que esta señal descifrada marca un antes y un después en la misión Voyager para seguir navegando por el espacio estelar.
La importancia de Voyager 1 en las misiones de la NASA
La nave espacial se lanzó en 1977, el mismo año del lanzamiento de su 'gemela', la Voyager 2. En un principio, ambas sondas no iban a salir del Sistema Solar y tenían la misión de explorar el entorno de los planetas más alejados –Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno–.
No obstante, tras los buenos resultados obtenidos, la NASA decidió darle una segunda vida para explorar fuera de los límites de nuestro sistema. Independientemente de que este fallo vaticine el fin de Voyager 1, esta ha conseguido mucho más de lo que se proponía al principio y, asimismo, la otra sonda seguirá descubriendo que hay más allá de nuestras fronteras.
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