La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como la NASA, es la agencia espacial de Estados Unidos cuyo origen se remonta a hace 65 años (recién cumplidos el pasado 29 de julio). Por aquel entonces, el presidente del país era Dwith Eidenhower y existía una fuerte enemistad con la Unión Soviética en la conocida Guerra Fría, caracterizada, entre otras cosas por la carrera espacial.
Ese verano de 1958 hacía ya casi un año (fue el 4 de octubre de 1957) que la URSS había lanzado su primer satélite al espacio, el famoso Sputnik 1, que le dio la delantera a los soviéticos en su exploración del más allá. Concretamente, lo hicieron cuatro meses antes del lanzamiento de Explorer 1, el primer satélite estadounidense.
Este hito soviético obligó a los norteamericanos a ponerse las pilas y a que el Gobierno de entonces aprobase la Ley Nacional de Aeronáutica y del Espacio, que no daría sus frutos hasta meses más tarde, el 1 de octubre de 1958, cuando se inauguraron los cuatro laboratorios de la NASA y contrataron unos 8.000 empleados.
La nueva agencia iba a sustituir a la NACA (Comité Consultivo Nacional para la Aeronáutica), que desde 1946 había experimentado con el desarrollo de aviones cohete, como el supersónico Bell X-1. Con la llegada de la NASA, la carrera espacial iba un paso más allá y ponía como meta comenzar con los vuelos espaciales tripulados.
El proyecto Apolo
Antes del asesinato del presidente John F. Kennedy, este habló el 25 de mayo de 1961 de sus intenciones de destinar dinero a la NASA para enviar a la una a astronautas de EEUU a la Luna: "Creo que esta nación debe comprometerse a lograr, antes del fin de la década, la meta de poner a un hombre en la Luna y hacer que regrese sano y salvo a la Tierra". Su promesa se cumplió el 20 de julio de 1969, cuando él ya había disparado en la calle Elm de Dallas (Texas) en su viaje presidencial en un Ford Lincoln Continental Convertible, el 22 de noviembre de 1963.
El viaje a la Luna se hizo en la nave Apolo 11, que formaba parte del proyecto Apolo. Este fue un éxito del país después de varias derrotas, como el hecho de que la URSS se le volviese a adelantar al mandar a Yuri Gagarin al espacio exterior, convirtiéndose en el primer ser humano en hacerlo el 12 de abril de 1961, un mes antes que el estadounidense Alan Shepard.
Cerca de 530 millones de personas estuvieron atentas a sus televisores para ver el "pequeño paso para un hombre", pero "gran paso para la humanidad" de Neil Amstrong y Buzz Aldrin. Sin embargo, el programa no fue perfecto y Apolo 1 nunca llegó a realizarse años antes: un incendio en el comando de módulo durante las pruebas de la plataforma de lanzamiento mato a los astronautas Vigil Grisson, Edward White y Roger Chaffee el 27 de enero de 1967.
Las sondas Voyager
Hace poco, la NASA perdió la comunicación de la sonda Voyager 2 por un pequeño movimiento de dos grados de la antena que carga para que sus datos lleguen a la Tierra. El gran aparato espacial fue lanzado el mismo año que Voyager 1, en 1977, y son los instrumentos creados por el ser humano que más lejos han llegado.
La Voyager 2 se encuentra a casi 19.900 millones de kilómetros de nuestro planeta y la NASA recibió una pequeña señal, por lo que se espera que a mediados de octubre pueda volver a recibir datos del espacio exterior. Su ‘hermana gemela’, Voyager 1, está a casi 24.000 millones de km.
En un principio, las naves tenían que durar 5 años en el espacio para explorar Júpiter y Saturno. Sin embargo, el éxito en los resultados animó a los investigadores a seguir trabajando con ellas y los resultados fueron más que asombrosos.
Gracias a ellas, se descubrió que el Sistema Solar tenía forma ovalada y no redonda como se creía. Además, en las sondas, hay 'Sonidos de la Tierra', un disco de oro con grabaciones de saludos en diferentes idiomas y música de todo el mundo, con composiciones de Beethoven y Bach entre ellas.
El trágico final de Challenger
Tras las misiones Apolo, la NASA continuó con su plan de enviar a astronautas a la Luna. Por ello, trabajaron en el transbordador espacial Challenger que se lanzó el 28 de enero de 1986, que comenzó a desintegrarse 73 segundos después del despegue, ante la mirada atenta de los espectadores, ya que era una misión especialmente mediática.
Una investigación posterior determinó que el desastre había sido ocasionado por un sello de goma defectuoso llamado junta tórica. El físico estadounidense Richard Feynman ilustró el problema de la junta de goma poniendo un trozo del material comprimido por una pequeña prensa de carpintero en un vaso de hielo. En su demostración, se veía como, al liberar el material de la prensa, la junta no recuperaba su forma original, por lo que la baja temperatura le había afectado.
La Estación Espacial Internacional
Este proyecto no es único de la NASA, es decir, fue una colaboración internacional en la que participaron, EEUU, Rusia, Japón, Canadá y la Agencia Espacial Europea. Como si de un puzle se tratase, se fue completando por piezas.
La primera parte de la estación se colocó en 1998 y la última en 2011. A ella han viajado cientos de astronautas de 18 países distintos para realizar investigaciones espaciales.
La EEI está dividida en dos secciones: el Segmento Orbital Ruso y el Segmento Orbital Estadounidense, que cuentan con financiamiento hasta el 2024. La gran plataforma mide 109 metros de largo y 88 metros de ancho y orbita la Tierra cada 91 minutos a una altura de unos 400 km.
Otros hitos espaciales de la NASA
- El telescopio Hubble: la NASA envió al espacio su telescopio Hubble el 24 de abril de 1990. Se le puso ese nombre en honor al famoso astrónomo estadounidense Edwin Hubble.
- La exploración en Marte: la NASA ha sido la responsable de la llegada de tecnología espacial al planeta rojo, desde la nave Mars Pathfinder, en 1996, hasta Mars Spirit y Oportunity, en 2004. También destacan Curiosity en 2012 y Perseverance en 2021.
- El telescopio James Webb: en diciembre de 2021 se lanzó el sucesor del telescopio Hubble, dándonos una nueva imagen del Universo.
- Artemis I: como parte del programa espacial que pretende volver a llevar al ser humano a la Luna, Artemis I llevó a Orión cerca del satélite y regresó a la Tierra sin fallos en la nave.
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