La tecnología española circula por las vías férreas: del talgo al tren de hidrógeno que pronto comenzará sus pruebas

La tecnología también está presente en las vías.
La tecnología también está presente en las vías.
©[Didgeman] via Pixabay.com.
La tecnología también está presente en las vías.

Los ferrocarriles en España son una pieza esencial para la movilidad de los ciudadanos. Este medio de transporte destaca por su extensa red gracias a las avanzadas infraestructuras y la evolución de la tecnología, asimismo, el trayecto más largo transcurre entre Barcelona y Málaga.

Los primeros pasos españoles en la historia ferroviaria

España posee una gran historia ferroviaria. La primera línea que se construyó fue Barcelona- Mataró en 1848, pero en 1942, el ingeniero Alejandro Goicoechea realizó una serie de pruebas con trenes para conseguir ferrocarriles veloces, seguros y eficientes, dando como resultado a los famosos Talgo.

Estos vehículos partieron de la base de usar vías existentes y podían alcanzar velocidades superiores. Actualmente, ofrece servicios de mantenimiento de trenes y a equipos ferroviarios.

A lo largo de la historia, Renfe ha sido el mayor cliente de Talgo porque adquirió la mayor parte de la producción de la empresa, pero a partir de 1992, la primera entidad mencionada desarrolló una línea de alta velocidad llamada Alta Velocidad Española (AVE).

La gran innovación tecnológica fue el AVE

El 14 de abril de 1992 se inauguró la línea de AVE entre Madrid y Sevilla, siendo el 21 el abril cuando se inició su explotación comercial. Estas fechas marcaron un hito para la tecnología ferroviaria española y se trata de la red de trenes rápidos más extensa de Europa.

El éxito del AVE está en sus vías. El trazado se realiza con la ayuda de las velocidades que pueden alcanzar y mantener los trenes, teniendo en cuenta que son capaces de estar por encima de los 200 km/h y llegan hasta los 300 km/h en determinados tramos.

Tuexperto.com afirma que “la tecnología española se desarrolló primero en Francia, donde su primer TGV (Train í Grande Vitesse) funciona desde 1981. Aunque fue Japón la pionera, su Shinkansen llegaba a 210 km/h en 1964”.

Las vías deben tener curvas moderadas, cerradas y valladas para proporcionar seguridad, asimismo, tienen sensores que detienen a los trenes por si se cayese algún objeto al raíl. También, son eléctricos porque reciben alimentación del exterior gracias a una catenaria aérea especial.

España desarrolla su primer tren de hidrógeno

Las empresas españolas Talgo y Repsol presentaron la creación de un tren de hidrógeno llamado ‘Vittal One’. 

Dicho modelo está pensado para cercanías y medias distancias, además, funciona con la energía que se obtiene de las pilas de combustible gracias una reacción química en la que se une hidrógeno con oxígeno.

Vittal One eliminaría los gases de efecto invernadero y el hidrógeno se convertiría en un elemento fundamental para la estrategia de descarbonización de la Unión Europea. Talgo se encargó de diseñar y fabricar el tren, mientras que Repsol aportó la infraestructura y los medios logísticos para abastecer la red ferroviaria.

El objetivo del proyecto es que puedan circular estos trenes por el 40% de las vías que están sin electrificar en Europa, es decir, cerca de 80.000 kilómetros exentos de CO₂. Los depósitos de hidrógeno, las baterías y las pilas de combustible se probaron en el Centro Nacional de Hidrógeno, asimismo, serán válidos para este verano.

La Hoja de Ruta del Hidrógeno aprobada por el Gobierno tiene como objetivo que para 2030 existan al menos dos líneas de trenes comerciales propulsados con hidrógeno renovable.

La tecnología española también está presente en las vías

La empresa Telice, con sede en León, proporciona tecnología a la línea del AVE entre Valladolid y León para que los trenes no sufran en situaciones de nevadas o heladas.

Gracias a la innovación ‘Telphe’, pueden controlar los calefactores para evitar que los cambios de agujas de las vías ferroviarias se paralicen a causa del hielo o la acumulación de nieve. Es decir, se encarga de calentar las vías.

A pesar de que las vías cuentan con resistencias eléctricas, Telice creó un sistema de sensores para monitorizar la temperatura del carril, el grado de humedad y la temperatura ambiente, de esta manera, pueden calcular si existe el riesgo de que se forme hielo.

Por otro lado, Telice trabajó en la automatización del proceso de activación de los calefactores de agua para que entrasen en funcionamiento de manera autónoma. 

El dispositivo en cuestión puede recibir información de los sensores de campo y transmitir órdenes, además, se puede programar para que responda ante determinados parámetros.

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