¿Cómo se desintegra un satélite al entrar en la atmósfera? Captan las imágenes finales de la sonda europea Aeolus

El satélite Aeolus se convirtió en una bola de fuego temporal al aterrizar sobre el Océano Atlántico. Después, se convirtió en escombros y se entregó a la Oficina de Desechos Espaciales.
El satélite fue bajando su altitud con respecto a la superficie terrestre para quemarse.
El satélite se quemó al entrar en la atmósfera terrestre.
ESA/ATG medialab
El satélite fue bajando su altitud con respecto a la superficie terrestre para quemarse.

El satélite Aeolus era un objeto espacial que la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó hace cinco años para estudiar los vientos y mejorar las previsiones meteorológicas, además, estuvo en órbita alrededor de la Tierra durante cuatro años, once meses y seis días.

A finales de julio, el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA trató de llevar a cabo un proceso para efectuar una reentrada asistida del vehículo, pese a que, en un inicio, no estaba preparado para ello. Sin embargo, en 20Bits informamos que las maniobras de reingreso comenzaron el lunes 24 de julio y finalizaron el viernes 28 con la reentrada a la atmósfera terrestre como estaba previsto. Y tras aterrizar sobre el Océano Atlántico, Aeolus se convirtió en escombros y se entregó a la Oficina de Desechos Espaciales.

Recientemente, la ESA explicó en su blog oficial que durante su "reingreso asistido, no sólo se redujo en un factor de 150 el (ya bajo) riesgo de caída de escombros, sino que el tiempo durante el cual Aeolus permaneció sin control en órbita se acortó en unas pocas semanas —limitando así el riesgo de colisión con otros satélites en esta vital autopista espacial—".

Asimismo, Benjamín Bastida Virgili, experto de la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA, agregó que "el satélite ahora 'muerto' había entrado en la órbita elíptica esperada, con una altitud mínima de 120 kilómetros". 

La imagen final del satélite Aeolus

Tras contemplar las imágenes finales, esta fue la última vez que los equipos de la misión vieron a Aeolus. Aún entero, faltaban apenas dos horas para que se desmoronara en la atmósfera terrestre sobre la Antártida, lejos de las regiones habitadas, y se convirtiera en una bola de fuego temporal.

Con relación a la imagen que se puede contemplar abajo, Tommaso Parrinello, director de la misión de Aeolus, indica que "una vez que una misión entra en la punta de su cohete y el carenado se cierra a su alrededor, es la última vez que esperamos verlo. Con Aeolus permanecimos en la misión tanto tiempo como pudimos, guiando su regreso tanto como fue posible, y estas imágenes son nuestro último adiós a la misión que todos extrañamos, pero cuyo legado sigue vivo".

Imagen final del satélite Aeolus.
Imagen final del satélite Aeolus.
ESA

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