El fotógrafo británico Paul Graham ha reunido durante los últimos días en Santander a quince "almas gemelas" de varios países a los que ha animado a "avanzar" y a "refinar y rematar" su obra. Graham ha sido el protagonista del taller de verano que organiza cada año la Fundación Botín en Villa Iris, una cita que se clausura este viernes con la exposición de los trabajos realizados por los alumnos.

En rueda de prensa, el artista ha explicado que el trabajo de un fotógrafo es "muy solitario", puesto que "se aísla". Por eso, dice que este taller ha sido una oportunidad para reunir a estas "almas gemelas", quince alumnos llegados de España, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Francia o Australia, entre otros países, que fueron seleccionados sólo por sus obras, sin tener en cuenta su procedencia.

Según Graham, todos ellos contaban con un "alto" nivel y, por tanto, el taller "no consistía en que los alumnos hiciesen fotografías sobre Santander", sino que ha tenido como objetivo "animarles a avanzar", para que "refinasen y rematasen su obra".

En este sentido, el británico ha resaltado que no se trataba de un taller para principiantes, sino que era una "clase avanzada" en la que han sido "más críticos" para que "subieran de nivel".

El fotógrafo, al que acompañaban la responsable de arte de la Fundación Botín, Begoña Guerrica-Echevarría, y algunos de los participantes en la actividad, ha subrayado que el taller ha sido "fantástico" y "muy internacional".

Graham ha explicado que a la hora de realizar la selección de los participantes "sólo" miró "la obra en sí", sin saber de qué país provenían. Durante este proceso, escogió a los alumnos que podrían "sacar provecho" de la forma que tiene el fotógrafo de trabajar.

Así, "de casualidad, ha acabado siendo una selección internacional", con personas de entre 29 y 55 años, y el mismo número de hombres y de mujeres.

"Poco a poco", ha señalado el fotógrafo, tanto él como los alumnos se fueron dando cuenta "de la oportunidad del taller", ya que no era "un negocio", sino más bien "un premio". Y es que, ha añadido, han pasado dos semanas en un "entorno fantástico", con toda la tecnología que se le "ocurrió pedir". Además, los alumnos también reciben una pequeña dieta y, así, "es el único taller de este tipo que existe en el mundo", que él conozca.

Graham ha comentado también que el taller ha contado con uno de los editores "más importantes" de libros de fotografía, que dio una charla sobre el futuro de esta actividad y vio el trabajo de los participantes, "algo que no hacía desde hace años".

Conectar fotografía y vida

Por su parte, los alumnos han destacado el "increíble honor" que les ha supuesto ser elegidos para participar, ya que ha sido una "gran oportunidad" para que su trabajo "fuese visto desde un punto de vista crítico" y han aprendido "cómo conectar la fotografía con la vida de todo el mundo".

Además, han señalado que Graham "sólo les permitía ser mejores fotógrafos", y que la experiencia vivida "va a perdurar en el tiempo".

219 SOLICITUDES

La responsable del área de arte de la Fundación ha destacado la importancia que han ido alcanzando estos talleres y, así, ha señalado que para esta actividad con Paul Graham han recibido 219 solicitudes, el año que más ha habido. Esto se debe, según Guerrica-Echevarría, al "interés" y "repercusión" del fotógrafo.

Las peticiones han procedido de 45 países, que "ayudan" a la "internacionalización" de la Fundación.

Además, Guerrica-Echevarría ha resaltado que el objetivo del taller es ofrecer a los participantes "una experiencia enriquecedora" e "importante", que sea "un hito", y "algo que puedan vincular a su trayectoria" profesional.

También ha agradecido la participación y dedicación de los alumnos, así como el "esfuerzo" y "cariño" de Graham por participar en la actividad y en la exposición que realizará en la Fundación Botín en octubre.

Los participantes en el taller, que se ha desarrollado desde el 4 de julio, expondrán sus trabajos este viernes 15 en el edificio Villa Iris, de la Fundación Botín.