Sustituir la sal a base de potasio reduce el riesgo de ictus, infarto e hipertensión, según un estudio

Este tipo de sustitutivos podría emplearse para prevenir accidentes cardiovasculares en personas en especial riesgo, ya que el sodio es un factor común en la hipertensión
Sal de mesa.
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GTRES
Sal de mesa.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en España en la actualidad y uno de los factores de riesgo más importantes para sufrir una de ellas es un elevado consumo de sal en el día a día. Sin embargo, cambiar la sal por sustitutos con menor contenido en sodio y más potasio puede reducir considerablemente ese riesgo.

Así lo ha demostrado un experimento llevado a cabo en China con la participación de una muestra representativa conformada por 20.995 personas, cuyos resultados se han publicado en el medio especializado New England Journal of Medicine.

Sustitutos para la sal

La sal común es en realidad una sustancia química llamada cloruro sódico, un compuesto formado por los elementos cloro y sodio. Tiene la propiedad de potenciar los sabores de los alimentos, por lo que es muy apreciada en la gastronomía. Afortunadamente, se pueden elaborar sustitutos, a menudo llamados "sal baja en sodio" igualmente útiles para esta función culinaria mezclando cloruro de potasio en diferentes cantidades y reduciendo así el contenido en sodio.

En este caso, los investigadores emplearon un sustituto que contenía un 75% de cloruro sódico y un 25% de cloruro potásico. Este se administró a los participantes, que o bien tenían antecedentes de ictus o tenían más de 60 años y la tensión sanguínea elevada. Todos ellos provenían, además, de zonas rurales de China. Al mismo tiempo, se monitoreó a un grupo de control que siguió consumiendo sal común con normalidad.

Finalmente, la media de edad de los participantes se situó en 65,4 años; un 49,5% de ellos eran mujeres; un 72,6% tenía antecedentes de ictus y un 88,4% antecedentes de hipertensión. A esta cohorte se le realizó un seguimiento durante casi cinco años.

Un buen resultado en el riesgo cardiovascular

El resultado es que el grupo que cambió la sal por el sustituto sufrió menos episodios de ictus (29.14 por 1.000 personas cada año contra 33.65 eventos por 1.000 personas cada año en el grupo de control), accidentes cardiovasculares (49.09 por 1.000 personas cada año frente a 56.29 por 1.000 personas cada año en el grupo de control) y menos muertes (39,28 por 1.000 personas cada año contra 44.61 por 1.000 personas cada año). A cambio, el riesgo de sufrir hiperkalemia (un trastorno electrolítico provocado por el exceso de potasio) fue ligeramente mayor, aunque de modo poco significativo (3,35 casos por 1.000 personas cada año contra 3,30 casos por 1.000 personas cada año).

La conclusión que extrajeron que extrajeron los investigadores es que, para las personas mayores de 60 años con alta tensión, sustituir la sal por este tipo de sustitutos puede tener beneficios en la salud cardiovascular, por lo que el empleo del cloruro potásico podría tener aplicaciones, principalmente, para prevenir esta clase de problemas de salud en personas con antecedentes o en situación de riesgo cardiovascular.

Otros sustitutos para la sal

Además de la sal baja en sodio, existen otras alternativas que pueden lograr efectos similares de potenciación del sabor con un contenido en sodio reducido para las personas con riesgo cardiovascular.

Por ejemplo, el portal de noticias sobre salud Healthline cita algunos como el ajo, un alimento para el que además se ha documentado un amplio rango de beneficios para la salud cardiovascular (como reducciones en la hipertensión, gracias al efecto vasodilatador de la alicina que contiene).

El zumo de limón, de potente sabor ácido, también puede potenciar el gusto de los alimentos; un efecto que también pueden tener el zumo y la cáscara de las naranjas o la lima.

Otras opciones pasan por la pimienta negra, la cebolla en polvo, el eneldo, la levadura nutricional, el vinagre balsámico, el pimentón ahumado, el aceite de trufa, el romero, el jengibre, los aminoácidos de coco, las semillas de cilantro, los copos de chile, el vinagre de sidra, la canela, la salvia o el estragón, que en cada caso pueden ser apropiadas para diferentes recetas en función de los sabores que deseemos potenciar.

Referencias

Neal, Wu, Feng, Zhang et al. Effect of Salt Substitution on Cardiovascular Events and Death. The New England Journal of Medicine (2021). DOI: 10.1056/NEJMoa2105675

Lizzie Streit. 18 Flavorful Salt Alternatives. Healthline (2020). Consultado online en https://www.healthline.com/nutrition/salt-alternatives#3.-Ground-black-pepper el 13 de febrero de 2024.

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