Problemas a la hora de dormir y descansar de manera adecuada, nerviosismo o irritabilidad, dolores de cabeza, preocupaciones familiares o estrés son solo algunos de los problemas habituales que más cansancio producen en España, según el 'Mapa de la fatiga en España', elaborado por Sigma Dos, pero también podemos sentir que nos falta energía porque tenemos carencia de vitamina B12.
Esta vitamina es famosa porque es la que siempre se destaca al hablar de dietas vegetarianas y veganas, no es sencillo obtener las cantidades necesarias sin consumo animal. Sin embargo, en ocasiones desconocemos la función que cumple en el cuerpo y los motivos por los que resulta tan importante evitar que falte. Puede provocar sensación de fatiga, sobre todo debido a la anemia, pero también provocar daños neuronales en los casos más graves.
Vitamina B12, la vitamina de la energía
La vitamina B12 se encarga de mantener la salud de las neuronas y la sangre, contribuye a la formación del ADN, también ayuda a prevenir la anemia megaloblástica, un trastorno de la sangre que causa cansancio y debilidad.
Esta vitamina del grupo B es hidrosoluble, es decir, que se disuelve en agua, lo que hace que el exceso se expulse del cuerpo a través de la orina. Esta vitamina está presente en alimentos de origen animal, pero no se encuentra en los de origen vegetal, por lo que algunas alimentaciones vegetarianas y veganas necesitan un suplemento extra de ella. Las personas mayores y quienes padecen afecciones del tracto digestivo que afectan a la absorción también pueden tener carencia de esta vitamina.
Las necesidades diarias de esta vitamina cambian con la edad, pero con una alimentación equilibrada y variada, estas quedarían cubiertas. Encontramos la vitamina B12 en alimentos como pescados, carnes, carne de aves, huevos, leche y derivados lácteos, marisco como almejas y ostras, vísceras como el hígado y algunos cereales y levaduras fortificados.
Síntomas de un déficit de vitamina B12
La carencia de vitamina B12 se puede producir porque no se toma en la alimentación habitual o porque no hay una buena absorción de la misma en el organismo. Hay algunos factores que pueden influir en la mala absorción, como el consumo de alcohol, la enfermedad de Crohn, anemia perniciosa, por cirugías para extirpar parte del estómago o intestino delgado, también puede afectar tomar antiácidos y otros medicamentos para la acidez gástrica durante largo tiempo.
También puede producirse un déficit por un mal almacenamiento de esta vitamina, los trastornos hepáticos pueden interferir en su almacenamiento, porque la mayor parte se almacena en el hígado, donde puede permanecer durante años hasta que el cuerpo la necesite. Si se deja de consumir, los depósitos en el organismo duran entre 3 y 5 años antes de agotarse.
Una falta de vitamina B12 puede dar lugar a anemia, que a su vez puede provocar palidez, debilidad, fatiga y, si es grave, dificultad respiratoria y mareos. Un déficit grave puede provocar daños neuronales, que deriven en hormigueos o pérdida de sensibilidad en manos o pies, pérdida de reflejos, confusión y demencia. La anemia se produce cuando el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos saludables, que son los que se encargan de trasladar el oxígeno por el cuerpo.
La anemia puede no presentar síntomas, pero también puede haber síntomas leves como diarrea o estreñimiento, pérdida de apetito, piel pálida, cambios en el ánimo, como irritación, problemas de concentración, dificultad para respirar, inflamación de la lengua y fatiga, falta de energía e incluso mareos al hacer esfuerzos.
Referencias
Office of Dietary Supplements - vitamina B12. (s. f.). https://ods.od.nih.gov/factsheets/VitaminB12-DatosEnEspanol/
Anemia por deficiencia de vitamina B12: MedlinePlus Enciclopedia Médica. (s. f.-b). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000574.htm
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