Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) en nuestro país en la actualidad existe casi un millón de personas con alzhéimer, la forma más común de demencia. Con un problema de semejante magnitud, se hace evidente la necesidad de investigar posibles estrategias para hacer frente a la enfermedad.
Hasta el momento sabemos que existe una confluencia de factores de riesgo muy variados que contribuye al desarrollo de la enfermedad; debido a que por ahora no disponemos de una cura, la mayoría de los estudios que se realizan en el mundo se centran en intervenciones sobre estos ámbitos con el fin de ralentizar la progresión de la condición.
Las fresas mejoran la memoria y el estado de animo
Por ejemplo, se cree que ciertas modificaciones en la dieta podrían tener efectos positivos; incluso, existen evidencias de que alimentos como los arándanos contienen compuestos que mejoren la función cognitiva en personas con los primeros síntomas de los trastornos cognitivos. Estos hallazgos se ven ahora reforzados con un nuevo estudio publicado en el medio científico Nutrients, que ha encontrado que el consumo de fresas (coincidentemente, contienen muchos de esos compuestos presentes en los arándanos) en adultos de mediana edad se asocia a reducciones en las interferencias en la memoria y a mejoras en el ánimo depresivo.
Particularmente, se trata de un experimento pequeño (con 30 participantes con sobrepeso y cierto grado de resistencia a la insulina), aleatorizado y de doble ciego, en el que se dividió a los dos participantes en dos grupos: uno de ellos consumió fresas (en la forma de un polvo obtenido a partir de fresas desecadas) durante doce semanas y el otro recibió un placebo.
A lo largo del seguimiento, los investigadores cuantificaron la frecuencia con la que los sujetos experimentaban "errores de intrusión" en la memoria y monitorizaron su estado de ánimo, en base a los reportes realizados por los propios pacientes.
Por qué los frutos rojos podrían proteger el cerebro
Al final del estudio, el grupo que había recibido las fresas había arrojado una reducción estadísticamente significativa en la frecuencia de los errores de intrusión y una menor incidencia de síntomas depresivos sobre el estado de ánimo en comparación con el grupo que había recibido el placebo.
Los autores del estudio hipotetizan que este efecto se debe al contenido de las fresas en antocianinas, un grupo de pigmentos vegetales (presente en gran medida también en los arándanos. Como señalan, se trata de compuestos con propiedades anti-inflamatorias documentadas así como con efectos antioxidantes.
Con todo, la evidencia respecto al efecto neuroprotector de los compuestos antiinflamatorios sigue siendo algo conflictiva, principalmente por el hecho de que no se ha demostrado que las medicaciones con un fuerte efecto antiinflamatorio protejan de manera evidente el tejido cerebral. En cambio, sí que está claro que los frutos rojos son alimentos saludables que pueden tener efectos beneficiosos en condiciones como la inflamación intestinal, el sobrepeso o la diabetes de tipo II, que por su parte contribuyen de manera negativa al riesgo de demencia.
Como mínimo, este nuevo trabajo aporta nuevo peso a las recomendaciones que inciden en la importancia de mantener una dieta saludable para proteger nuestro cerebro a medida que envejecemos. Comer bien cuesta relativamente poco, y es mucho lo que tenemos que ganar en calidad de vida a lo largo de los años.
Referencias
Sociedad Española de Neurología (2023). El 80% de los casos de Alzheimer que aún son leves están sin diagnosticar. Consultado online en https://www.sen.es/saladeprensa/pdf/Link194.pdf el 20 de noviembre de 2023.
Robert Krikorian, Marcelle D. Shidler & Suzanne S. Summer. Early Intervention in Cognitive Aging with Strawberry Supplementation. Nutrients (2023). DOI: https://doi.org/10.3390/nu15204431
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