¿Qué es el síndrome del atracón? Cuando la ansiedad se manifiesta a través de la comida

En la mayoría de los casos, las personas afectadas por este síndrome sienten que no controlan y creen que no pueden evitar los atracones, por lo que procuran dárselos a escondidas y ocultárselo a todo el que les rodea.
Una mujer pegándose un atracón de comida.
Una mujer pegándose un atracón de comida.
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Una mujer pegándose un atracón de comida.

Aprovechando las fiestas navideñas, son muchos los que alguna vez se han permitido la licencia de darse un atracón de comida. Sin embargo, una cosa es comer mucho de vez en cuando y otra muy distinta el llamado síndrome o trastorno por atracón. La Agency for Healthcare Research and Quality (Agencia de Investigación y Calidad Sanitarias, AHRQ), dependiente del Departamento de Salud de los Estados Unidos, lo define como el acto de comer sin control por lo menos una vez a la semana dentro de un lapso mínimo de tres meses.

La persona con síndrome de atracón muestra, además, por lo menos tres de las conductas siguientes durante un episodio de atracón:

- Come mucho más rápido de lo normal

- Come hasta sentirse incómodamente lleno

- Come mucho sin tener hambre

- Come solo/a o bien a escondidas por vergüenza

- Siente asco, depresión o culpa después de cada atracón

La doctora Marisa Navarro, autora de La alimentación emocional, explica que son personas que “comen cantidades ingentes de alimentos, en muy poco espacio de tiempo, y con el sentimiento de que no pueden parar de comer, que no pueden controlar lo que les está sucediendo” y añade que “después de estos episodios la persona se siente muy culpable, avergonzada y se propone que no va a volver a ocurrir, pero pasado un periodo corto de tiempo se repite el atracón, sin que crean que puedan evitarlo; es una fuerza enorme que les lleva a volver a repetir la situación”.

Sin castigos

Algo que le diferencia de otros trastornos alimentarios como por ejemplo la bulimia es que las personas que padecen el síndrome del atracón no suelen tener episodios de castigo, con restricción de la comida, o provocarse vómitos, purgarse o hacer ejercicio hasta caer extenuadas para compensar el exceso de comida, simplemente después del mencionado descontrol vuelven a comer de manera normal, “así hasta el próximo episodio de atracón, que no tardará mucho en producirse” señala la doctora.

El trastorno por atracón puede variar de leve a grave. La persona con trastorno por atracón suele tener sobrepeso u obesidad (un peso mayor de lo que se considera sano para la estatura). Otros problemas de salud relacionados son: problemas digestivos, dolores de cabeza, dolor en las articulaciones, dolor muscular, estrés, problemas para dormir, depresión y problemas del ciclo menstrual (menstruación) en las mujeres.

Difícil de detectar

La doctora explica que, generalmente, las personas que sufren del síndrome del atracón sienten vergüenza por su falta de control al comer y puede tratar de ocultar el problema. “En la mayor parte de las ocasiones, las personas afectadas por este síndrome sienten que no controlan y que creen que no pueden evitarlos, por lo que procuran darse esos atracones a escondidas, y ocultárselo a todo el que les rodea, de ahí la dificultad para detectarlo, incluso la familia más allegada no se percata de lo que está sucediendo”.

Estos excesos suelen ser de comida en general o de lo que se tenga a mano, pero en muchas ocasiones son atracones de algún alimento que le gusta mucho a la persona resultándole muy apetecible. “Son capaces de ir a comprarlo en grandes cantidades o prepararlo para darse un atracón”, matiza Marisa Navarro.

Culpabilidad y ansiedad

La especialista insiste en que esta forma de comer tiene mucho de conducta compulsiva, y que todas las personas que lo sufren tienen en común lo difícil que les resulta parar de comer, controlar esa situación que los desborda y creen que no pueden manejar.

Según indica la doctora Navarro, “la acción del atracón viene precedida siempre por unos pensamientos, que no tienen por que tener relación con la alimentación, pero que nos están provocando sentimientos de ansiedad y angustia, y estos nos llevan a una actuación de desbordamiento que es el atracón”.

Para la experta, este atracón calma momentáneamente la ansiedad, llena los posibles vacíos emocionales que se puedan tener y sacia las carencias que sentimos, aunque solo puntualmente. “De esta forma, se crean unos circuitos neuronales entre la sensación de angustia y ansiedad y la búsqueda de la calma a través del atracón de comida, y se repite cada vez que se desbordan esas emociones”.

Señales de alarma

Las personas que sufren este síndrome, durante estos periodos suelen comer de manera mucho más rápida, y comen hasta que la sensación de llenado resulta bastante incómoda, llegando incluso a ser desagradable.

Después de cada episodio la persona siente vergüenza, asco, sentimientos de culpabilidad, de desvalorización y muy baja autoestima, estos sentimientos les suelen acompañar hasta el próximo episodio.

Tratamiento

El síndrome del atracón necesita tratamiento psicoterapéutico al tener principalmente un componente emocional (hablar con un terapeuta capacitado acerca de su estado de ánimo, sentimientos, pensamientos y conductas) y, en algunos casos, también se hace necesario el tratamiento farmacológico.

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