La dieta seguida por los chinos que viven más de 100 años según un estudio: el arroz no es el único secreto

El arroz blanco se erige como uno de los alimentos más comunes en la ciudadanía china, pero, ¿es la clave para la longevidad? Una investigación ha seguido a un grupo de personas del país asiático para descubrir sus tres pilares más importantes para llegar al siglo de vida: de la alimentación al ejercicio físico.

Pareja de ancianos paseando
Pareja de ancianos paseando
Pixabay
Pareja de ancianos paseando

El deseo de la longevidad se ha construido a lo largo de los siglos y en el marco de las culturas más heterogéneas. Lo que antes se quedaba en una fantasía literaria, cumplir un siglo de vida, se ha convertido en una circunstancia ya no tan excepcional. En España, entre 2008 y 2022 se ha triplicado el número de personas centenarias: casi 20.000 en la actualidad. Pero es el continente asiático el que sigue acaparando el foco cuando pensamos en que esa longevidad sea además con una calidad de vida aceptable. Un estudio recientemente publicado ha confirmado los tres hábitos clave para lograrlo.

Un equipo científico multicultural (China, Australia, Reino Unido) se ha volcado en estudiar los hábitos alimentarios, estilo de vida y riesgo de mortalidad en una cohorte de ciudadanos chinos mayores de 80 años, cuyas vidas han seguido de cerca entre los años 1998 y 2011. Un periodo lo suficientemente amplio como para que los investigadores puedan ahora desterrar ciertos mitos sobre la dieta asiática y también sorprenderse porque lo estrictamente saludable no es el eje que marca absolutamente llegar a estas edades.

Como los responsables del estudio aclaran en sus conclusiones, la complejidad de manejar ese arco temporal tan amplio y la evolución del grupo seleccionado (algunas personas murieron a lo largo de estos años) ha supuesto que las informaciones no tengan el nivel de detalle deseado en cuanto a cantidades ingeridas y especificidad de alimentos por parte de los participantes, por ejemplo. También alertan de que la ecuación entre dieta y riesgo de mortalidad no es exacta debido a otros factores externos como las enfermedades crónicas.

El arroz no es el único secreto

Arroz blanco
El arroz blanco es una parte importante de la dieta china, pero el estudio hace hincapié en la fruta y la verdura como garantía de longevidad.
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Desde los países occidentales pensamos en el Lejano Oriente como una de las zonas del mundo guardianes del secreto de la longevidad: comúnmente se ha asociado su dieta a esta capacidad. En concreto, el arroz y la menor presencia de proteína cárnica se han barajado como los factores dietéticos que podrían garantizar llegar a los cien años de vida.

Sin embargo, la citada investigación no ha puesto el acento en el consumo de cereales sino en una triada que, a día de hoy, no provoca ningún asombro: se ha asociado a una ingesta diaria de frutas y verduras, así como a la práctica de una actividad física el aumento de dos años de supervivencia con respecto a los participantes que no tenían estos hábitos.

Las legumbres, en concreto los frijoles (judías, alubias), también se constataron como un alimento imprescindible para el 80 por ciento de las personas estudiadas. Y aquí sí que se produjo una sorpresa: paradójicamente se estableció un mayor riesgo de mortalidad en ese grupo que entre los que no los consumían. El estudio concluye que quizás el tipo de legumbre y la forma de cocinarlo puede estar detrás de esta sorpresiva variable.

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Las conclusiones también han desterrado ciertos mitos sobre la dieta china: no solo viven de arroz blanco. Los octogenarios y nonagenarios participantes en el estudio confirmaban una ingesta frecuente y alta de proteína como carne, pescado, legumbres y huevos. Esta dieta, tildada de “inadecuada” por el equipo científico dada la frecuencia y la cantidad, se complementaba además con un alto consumo de verduras conservadas en sal, que los investigadores sugieren sustituir por frescas.

A todas luces no hay una fórmula secreta de la longevidad ni esta depende de las condiciones dietéticas de un determinado país. Los ancianos chinos que han participado en este estudio han llegado a noventa años y más comiendo proteína y sal en cantidades no recomendadas. Quizás el secreto esté finalmente en el ejercicio físico.

La importancia de la actividad física en la longevidad

Un hombre practica Tai Chi en la naturaleza.
Un hombre practica Tai Chi en la naturaleza.
Hebert Santos

La longevidad de los chinos que alcanzan los 100 años se puede atribuir a diversos factores, entre ellos, la incorporación de prácticas tradicionales en su estilo de vida. El ejercicio tradicional desempeña un papel crucial, con actividades como el Tai Chi y el Qigong que, a lo largo de los siglos, han promovido el equilibrio, la flexibilidad y la relajación mental.

Además, las caminatas y el movimiento diario son comunes en muchas comunidades chinas. Las personas mayores a menudo participan en caminatas matutinas, fomentando así la actividad física regular, beneficiando la salud cardiovascular y la movilidad.

Las prácticas de relajación, como la meditación y el comentado Tai Chi, no solo contribuyen al bienestar mental, sino que también se asocian con la longevidad. Estas prácticas no solo ayudan a reducir el estrés, sino que también promueven la conexión mente-cuerpo, aspecto valioso para una vida saludable y duradera.

Referencias

Instituto Nacional de Estadística (s.f.). Población por edad (año a año), Españoles/Extranjeros, Sexo y Añohttps://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?path=/t20/e245/p08/l0/&file=01003.px

Shi, Z., Zhang, T., Byles, J., Martin, S., Avery, J. C., & Taylor, A. W. (2015). Food Habits, Lifestyle Factors and Mortality among Oldest Old Chinese: The Chinese Longitudinal Healthy Longevity Survey (CLHLS). Nutrients, 7(9), 7562–7579. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4586548/?utm_source=pocket_saves

Reques Velasco, P. (2008). Longevidad y territorio. Un análisis geodemográfico de la población centenaria en España. Revista Española de Geriatría y Gerontología, V. 43 (2), 96-105. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0211139X08711624

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