Por qué el pan blanco es como tomar azúcar para tu cuerpo según una nutricionista

Este alimento se elabora con harinas refinadas y su nutriente principal es un hidrato de absorción rápida que, rápidamente, se transforma en azúcar. Es menos natural, tiene un mayor índice glucémico y es más difícil de digerir.
Panadería de Mercadona.
Panadería de un supermercado
Panadería de Mercadona.

No cabe duda de que el pan es uno de los alimentos más típicos a la hora de acompañar cualquier comida en España, una costumbre muy arraigada y tradicional de la gastronomía de nuestro país, que hace que muchas personas afirmen que no pueden comer sin este alimento al lado. Sin embargo, en los últimos tiempos, han cobrado mucha importancia tipos de pan como el de centeno, el integral o el de espelta, dejando de lado el pan blanco, ya que se ha considerado como el más perjudicial nutricionalmente hablando.

Tanto es así que la nutricionista Blanca, conocida en las redes sociales como @blancanutri, ha compartido una contundente afirmación sobre este alimento: "Recordatorio: tomar pan blanco es como tomar azúcar", ha escrito en su cuenta de Instagram. Pero, ¿a qué se debe esta afirmación tan contundente? Tal y como explica en su publicación, este tipo de pan se elabora con harinas refinadas y su nutriente principal es un hidrato de absorción rápida que, rápidamente, se transforma en azúcar.

Lo cierto es que no son pocas las personas se preguntan por qué ahora se criminaliza tanto el pan, cuando todos los antepasados han comido este alimento sin que pasase nada: "El proceso antiguo de largos tiempos de fermentación del pan permitía que las bacterias pudiesen descomponer gran parte del gluten y los hidratos de carbono presentes en el pan", responde la nutricionista. Justo en este sentido, la experta de la Universidad Estatal de Missouri, el pan más saludable es el pan integral, ya que no causa picos de azúcar en sangre como sí puede ocurrir con el pan blanco, y además de carbohidratos, también aporta fibra, proteínas y vitaminas de tipo B y E, Potasio, Folato, Hierro o Magnesio.

¿Cuál es el tipo de pan más saludable?

La nutricionista Blanca apunta que el pan integral no fermentado "es mejor opción que el blanco, aunque sin los beneficios del fermentado". De hecho, hay que escoger pan integral 100%, de la mejor calidad posible. Este tipo de pan no sube tanto la glucosa como con el pan blanco, pero sí sube más que con el pan fermentado. Igualmente, sacia más que el pan blanco, pero menos que el fermentado. 

En cualquier caso, no hay que comer este tipo de pan más que una vez al día y en poca cantidad, como recomienda la experta. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la cantidad diaria recomendada de pan es de 250 gramos, aunque claro, ni todos los panes sin iguales, ni tienen las mismas calorías ni los mismos nutrientes.

¿Qué hace la masa madre en el pan?

Durante el proceso de fermentación de los panes de masa madre, las bacterias y levaduras producen ácido láctico y ácido acético, lo cual ayuda a descomponer el gluten presente en la harina. Esto es especialmente beneficioso para las personas con sensibilidad al gluten o intolerancia al trigo, ya que el pan hecho con masa madre es más fácil de digerir y menos probable que cause malestar gastrointestinal.

Además, la fermentación natural de la masa madre también permite una mejor absorción de los nutrientes presentes en la harina. Los microorganismos activos en la masa madre descomponen los compuestos complejos en la harina, convirtiéndolos en formas más simples que nuestro sistema digestivo puede absorber más fácilmente. Esto hace que el pan hecho con masa madre sea más nutritivo y beneficioso para nuestra salud.

En cuanto a la ligereza del pan, la masa madre también juega un papel importante. Durante el proceso de fermentación, las burbujas de dióxido de carbono que producen las levaduras se quedan atrapadas en la masa, lo que da como resultado una textura más esponjosa y ligera. Esto contrasta con los panes comerciales que utilizan levadura instantánea, que tienden a tener una textura más densa.

¿Qué beneficios tiene el pan con semillas?

La chía, el trigo sarraceno y muchas otras semillas que han comenzado a utilizarse de manera habitual en los panes más artesanales, añaden beneficios extra al organismo. La chía, por ejemplo, utilizada en las nuevas hogazas de la carta de panes de Mallorca y en otros muchos establecimientos artesanales, aporta una gran cantidad de nutrientes como pueden ser proteínas, fibra y ácidos grasos Omega-3. 

También cumple una excelente misión saciante, lo que nos ayuda a mantener la línea al no tener la necesidad de picar entre horas. Por lo que respecta a las semillas en general, como pueden ser las de girasol, las de calabaza o las de lino, también son más que recomendables para completar un pan de masa madre bien elaborado y saludable. Además de proteínas y fibra, las semillas aportan textura y sabor a los panes más exclusivos.

Para finalizar, el trigo sarraceno es un grano que no contiene gluten, lo que significa que es una excelente opción para las personas con intolerancia. Este tipo de trigo también favorece al buen funcionamiento de la salud cardiovascular, al ser rico en lisina (esencial para recuperar el tejido muscular) y arginina (ayuda al organismo a generar proteína). De la misma manera que las semillas, el trigo sarraceno también es fuente de proteínas y fibra, lo que ayuda a la digestión y al efecto saciante.

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