La razón evolutiva de que la intolerancia a la lactosa sea mucho menos común en Occidente que en el resto del mundo

Desarrollan un preparado comercial a base de probióticos y enzimas contra la intolerancia a la lactosa
A nivel mundial la intolerancia a la lactosa es la norma, no la excepción
 Archivo
Desarrollan un preparado comercial a base de probióticos y enzimas contra la intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa es una condición por la que la persona afectada no puede digerir el tipo de azúcar que contiene la leche (lactosa), lo que provoca un cuadro sintomático bastante molesto caracterizado por diarrea, gases e hinchazón abdominal.

Lo curioso es que, aunque a menudo podríamos tener la impresión de que se trata de una característica de la que está libre la mayoría de las personas, es justamente al revés: se cree que entre el 65% y el 80% de los adultos en todo el mundo es intolerante a la lactosa en menor o mayor grado. La excepción, entonces, es de hecho ser tolerante a la lactosa durante la adultez.

Grandes diferencias globales

Lo cierto es que, aunque ese sea el porcentaje a nivel global, el panorama cambia mucho según donde nos encontremos. Así, mientras que la intolerancia a la lactosa es la norma en Asia, África y Latinoamérica, lo contrario ocurre en Europa, Norteamérica y Australia.

Además, hay que tener en cuenta que existen diversos grados de intolerancia, por lo que la mayoría de las personas con este rasgo no tienen, necesariamente, que privarse de todos los productos lácteos sino que lo habitual es que puedan consumir algunos con menores concentraciones de lactosa (ciertos tipos de queso, por ejemplo) o incluso pequeñas cantidades de todos ellos.

Por lo general, la probabilidad de ser intolerante a la lactosa no viene determinada, como es natural, por el lugar de residencia, sino por la ascendencia étnica. Así, son las personas de origen caucásico (y especialmente procedentes del norte de Europa) las que tienen menor posibilidad de padecer la intolerancia, seguidas por las de origen mediterráneo. En cambio, la intolerancia es mucho más común en personas de ascendencia asiática, africana o nativa americana.

¿Porqué varía según la ascendencia?

La intolerancia a la lactosa por deficiencia primaria de lactasa, que es el tipo claramente más habitual, se debe a que al alcanzar la madurez el cuerpo deja de secretar una enzima, la lactasa, que es necesaria para digerir la lactosa. Esto es algo que sucede por razones genéticas en todas las especies de mamíferos de forma natural.

Sin embargo, las personas que son tolerantes a la lactosa poseen ciertas mutaciones que les permiten seguir secretando esta enzima durante toda la vida, lo que les permite digerir la lactosa sin problemas.

Estas mutaciones han aparecido en distintos momentos y lugares. Lo que sucede es que, en aquellos grupos humanos que eran muy cercanos a animales domésticos productores de leche, la mutación ofrecía una clara ventaja adaptativa y se perpetuó por acción de la selección natural. Este fue el caso de los habitantes del norte y centro de Europa y ciertas sociedades nómadas y pastoriles del norte de África y Oriente Medio.

Por el contrario, en culturas que tenían poca o ninguna relación con animales productores de leche, como ha sido tradicionalmente el caso de la japonesa, la china, la india, la mayor parte de las africanas y las nativas de América, la presencia de esta mutación resultaba irrelevante en términos evolutivos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento