Estamos acostumbrados al plan de pizza y peli y, aunque es un planazo que en España nos encanta, a nivel nutricional no es lo más recomendable. Comemos con los ojos, no prestamos atención a lo que ingerimos y consumimos mucho más de lo que nuestro cuerpo necesita. Eso repercute en nuestra salud y también en nuestro peso.
Con el tenedor en una mano y el móvil en la otra, es un hábito muy común y poco saludable con el que tenemos que acabar si queremos perder peso, estar sanos y llevar a cabo lo que conoce como 'alimentación consciente'.
¿Qué es la alimentación consciente?
La alimentación consciente e intuitiva consiste en dedicar atención plena a lo que comemos. Si nos alimentamos de forma consciente, vamos a ser capaces de escuchar nuestras sensaciones, tanto físicas como mentales.
¿Qué quiere decir esto? Nuestro cuerpo nos da información en forma de señales: cuando nuestro organismo necesita alimentarse, nuestro cerebro lo sabe y por eso sabemos identificar que tenemos hambre. Lo mismo sucede cuando estamos saciados, nuestro cuerpo nos da la señal de que está satisfecho; sin embargo, somos nosotros los que tenemos que estar atentos y saber para a tiempo.
Este enfoque no es nada nuevo. Fue creado por dos nutricionistas, Evelyn Tribole y Elyse Resch en 1995, que entendían la alimentación como un proceso de autoconocimiento, en el cual el peso no es un indicador de salud.
Comer mientras miramos el teléfono móvil
La alimentación consciente e intuitiva no es una dieta ni una forma de perder peso, sino una forma de alimentarse escuchando al cuerpo. Y aunque perder peso no es el objetivo principal, sí es una consecuencia, en aquellas personas que comen más de lo que su organismo necesita, "confiando en el cuerpo y en las señales de hambre y saciedad para determinar cuándo y cuánto comer", sostienen desde el estudio Mindfulness, alimentación consciente y alimentación intuitiva en el abordaje de la obesidad y los trastornos alimentarios.
Si comemos con el móvil en la mano viendo recetas exquisitas en Instagram, además de provocarnos falsa sensación de hambre, no estaremos prestando atención a lo que tenemos en el plato y no escucharemos a nuestro cuerpo diciéndonos que no necesita más comida. Lo mismo sucede cuando vemos la televisión: estamos demasiado entretenidos viendo la película y sin pensarlo demasiado, comemos sin parar.
¿Cómo evitar comer de más?
-Fuera las distracciones. Necesitamos ser plenamente conscientes de lo que comemos y eso pasa por evitar distracciones como el móvil o la tele, que bloquean la señal que el estómago manda a nuestro cerebro con la información de estar saciado.
-Escuchar las señales del cuerpo y aprender cómo el organismo muestra que está cómodamente lleno, es fundamental. Hacer pausas mientras comemos, saboreando los ingredientes —si son salados o dulces, reconociendo los olores y las texturas— e identificándolos. De esta forma, no solo hace que se disfrute más la comida, también nos dice cuál es nivel de saciedad.
-Hay que masticar lentamente los alimentos y huir de la culpa, no hay alimentos buenos o malos. Lo malo es el uso que se hace de ellos. De este modo, se puede diferenciar el hambre real, del hambre emocional -este último suele estar condicionado por la ansiedad-, ya que nuestras emociones pueden afectar a nuestras decisiones alimenticias.
Referencias
Barbosa, Marina Rodrigues, Peñaforte, Fernanda Rodrigues de Oliveira, & Silva, Ana Flavia de Sousa. (2020). Mindfulness, alimentación consciente y alimentación intuitiva en el abordaje de la obesidad y los trastornos alimentarios. SMAD. Revista electrónica de salud mental, alcohol y drogas, 16 (3), 118-135. https://dx.doi.org/10.11606/issn.1806-6976.smad.2020.165262
Tribole, E. (2018). Intuitive eating studies. https://www.intuitiveeating.org/wp-content/uploads/Intuitive-Eating-Studies-9-18-18.pdf
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