El azúcar aumenta el riesgo de sufrir alzhéimer: así es como afecta a tu sistema nervioso

Existen abundantes evidencias que apuntan a que la glucosa en exceso puede tener efectos antiinflamatorios, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas incluyendo el alzhéimer.

Cubos de azúcar
Cubos de azúcar
Mihajlo Duric / iStock
Cubos de azúcar

El alzhéimer es el tipo de demencia más común en España, y se estima que casi un millón de personas padece la enfermedad en nuestro país. Se trata de una compleja enfermedad neurodegenerativa que afecta a la habilidad para generar recuerdos, pensar y llevar a cabo las tareas más básicas. 

Aunque las causas concretas del alzhéimer siguen siendo uno de los grandes misterios de la medicina a día de hoy, lo cierto es que cada vez son más los estudios que documentan la influencia de diferentes factores, a menudo relacionados con el estilo de vida, como la dieta o la actividad física. Y, precisamente, ya contamos con un volumen importante de evidencias científicas que apuntan a que el consumo elevado de azúcar podría ser uno de esos factores que aumentan nuestro riesgo de desarrollar la enfermedad.

Azúcar e inflamación

Precisamente, y tal y como menciona el portal especializado Healthline, la ingesta elevada de azúcar y los niveles excesivos de glucosa en sangre tienen efectos inflamatorios a nivel sistémico, un fenómeno asociado de manera clara al desarrollo de un buen número de patologías crónicas incluyendo algunas como la diabetes de tipo II, la obesidad, problemas cardiovasculares o el trastorno depresivo mayor y, más notablemente, diversas formas de demencia incluyendo el alzhéimer.

Notablemente, ciertas investigaciones de corte estadístico han encontrado grandes aumentos en el riesgo de padecer alzhéimer en las personas que consumen hasta 10 gramos de azúcar cada día. Un punto interesante es que la lactosa, el tipo de azúcar presente en la leche y los lácteos, es el que más parece relacionarse con el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas.

Por otro lado, se sabe que los niveles elevados de glucosa en sangre como fruto de la diabetes de tipo II son un factor de riesgo en el desarrollo del alzhéimer. Se cree que este fenómeno puede promover la formación de placas de proteínas anormales (como el beta-amiloide o los ovillos de proteína tau) que son característicos en esta clase de enfermedades.

Los síntomas del alzhéimer y el papel del azúcar

Curiosamente, el papel de la glucosa en el funcionamiento del sistema nervioso afecta a muchas áreas clave en el alzhéimer. Debemos tener en cuenta que algunos de los principales síntomas de la condición incluyen los problemas de memoria, el deterioro de la resolución de problemas, los cambios en el ánimo o la personalidad, la higiene deficiente o el aislamiento social. 

De manera que podría resultar contradictoria, se ha sugerido que cantidades moderadas de azúcar pueden ser útiles en el abordaje de casos avanzados de alzhéimer. Esto es porque las personas con la enfermedad tienden a perder el sentido del gusto, lo que puede llevarlas a rechazar la comida y padecer déficits nutricionales: en estas instancias, el uso de aditivos como la sal o el azúcar (de nuevo, de manera moderada) podría ayudar a mejorar la nutrición de estos pacientes.

Aún así, las recomendaciones generales incluyen la limitación del azúcar en la dieta habitual para reducir el riesgo de patologías crónicas; de hecho, no es casualidad que algunos de los patrones más habitualmente aconsejados (como la dieta mediterránea) contengan en principio cantidades muy reducidas de azúcares añadidos.

Referencias

Jennifer M. Edwards. Is There a Link Between Sugar and Alzheimer’s Disease? Healthline (2023). Consultado online en https://www.healthline.com/health/alzheimers/sugar-and-alzheimers el 17 de octubre de 2023.

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