El aviso de un nutricionista a quienes piden la carne al punto o poco hecha

Filete de carne en su punto.
Filete de carne en su punto.
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Filete de carne en su punto.

Consumir la carne poco hecha tiene riesgos para la salud. Esta misma semana, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) lanzaba un aviso a los consumidores sobre los peligros de comer la carne poco cocinada, ya que pudo haberse contaminado durante su elaboración con microorganismos patógenos. Sobre este asunto ha abundado también el nutricionista Pablo Ojeda en el programa Más Vale Tarde

El experto se ha referido al consumo de carne de vacuno poco hecha como la que se puede encontrar en hamburguesas, steak tartar o en un carpaccio. "En España, según la Aesan, suceden muchos casos de intoxicaciones, las más frecuentes por la manipulación, por cómo usamos los elementos de casa o de las cocinas industriales, que por la carne en sí", ha asegurado.

Ojeda ha dado una serie de pautas a llevar a cabo para evitar sorpresas desagradables después. En primer lugar, ha recomendado tener "las manos limpias, los cuchillos limpios y las tablas limpias" cada vez que se vaya a manipular la carne.

Otro punto a tener en cuenta es que no se rompa la cadena de frío del producto, ya que "ahí es donde las bacterias aumentan, patógenos como la listeria, como la salmonelosis, hay que tener mucho cuidado", ha advertido el nutricionista.

Estas intoxicaciones pueden ocurrir independientemente del tipo de carne, prosigue Ojeda, aunque "sí es verdad que las carnes de ave, tipo pollo o pavo, son más prolíferas a estos microorganismos. Pero no olvidemos que en las de vacuno, si no están bien hechas y ni tienen una buena cadena de frío, también podemos encontrarnos con un susto", ha avisado.

Por este motivo, a la hora de pedir la carne en un restaurante, el nutricionista coincide con los consejos ofrecidos por la Aesan: pedir la carne bien hecha. La clave para saber que el producto está completamente cocinado es si ha cambiado de color y ha perdido ese tono rojizo tan característico, recuerda la Aesan. 

Asimismo, Ojeda ha aconsejado consumir cuanto antes la carne que compremos en la carnicería. "No se debe consumir más allá de 24 horas, esto es importante, porque muchas veces lo metemos en la nevera y lo dejamos cuatro días", ha recordado.

A la hora de cocinar la carne, esta "tiene que estar un par de minutos a 65 o 70 grados", ha indicado el nutricionista, para así "asegurarnos de que estos patógenos van descendiendo". Si la carne es de ave, "ahí sí que tienen que estar completamente hechas", ha zanjado.

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