Estos son los tratamientos disponibles en España para abordar el colesterol alto

En función de la gravedad y de las características de cada paciente, existen tres tipos principales de tratamiento para el colesterol alto: intervenciones sobre el estilo de vida, fármacos e intervenciones quirúrgicas.

El colesterol aumenta el riesgo de que se produzcan eventos cardiovasculares graves.
El colesterol aumenta el riesgo de que se produzcan eventos cardiovasculares graves.
Getty Images/iStockphoto
El colesterol aumenta el riesgo de que se produzcan eventos cardiovasculares graves.

El colesterol alto es un problema circulatorio y metabólico común en España y que, si bien no es en sí mismo letal, eleva con mucho el riesgo de que se produzcan eventos cardiovasculares graves y potencialmente mortales (por ejemplo, infartos o ictus). Por ello, se considera importante tratarlo cuando se detecta, especialmente en personas que por la concurrencia de otros factores tienen un perfil de riesgo cardiovascular elevado; para ello, existen determinadas estrategias a las que recientemente se ha sumado la prometedora 'vacuna para el colesterol' (Lecqvio), recién aprobada en nuestro país.

Por ejemplo, y tal y como explica en su página web el Hospital Clínic de Barcelona, se considera que todas las personas que ya han sufrido algún problema cardiovascular deben recibir tratamiento, independientemente de si padecían o no hipercolesterolemia (niveles excesivos de colesterol LDL o 'colesterol malo') antes de sufrir este evento cardiovascular (este tipo de estrategias se incluirían en lo que se denomina prevención secundaria). Igualmente, en algunas personas sin antecedentes pero en las que concurren ciertos factores de riesgo (hipertensión, tabaquismo, diabetes) puede estar indicado el tratamiento de la hipercolesterolemia como medida de prevención primaria.

¿Cómo se reduce el colesterol con el estilo de vida?

Existen tres tipos principales de estrategias para el tratamiento de los niveles excesivos de colesterol: tratamiento no farmacológico, tratamiento farmacológico y tratamiento quirúrgico. Estas técnicas se emplean o se combinan en función de las características de cada caso.

El primer y principal enfoque consiste en la intervención sobre el estilo de vida, ya que este es el responsable de los niveles excesivos de colesterol LDL en sangre en la mayoría de los casos. Para ello, se buscan metas como el mantenimiento de una dieta saludable, la realización habitual de ejercicio físico, el abandono del tabaquismo y un control adecuado del peso corporal. Igualmente, a algunos pacientes se les instruye en estrategias para combatir y manejar el estrés.

¿Qué fármacos hay disponibles?

En segunda instancia, se recurre a las diferentes estrategias farmacológicas. En esta categoría, las estatinas son sin duda la opción más habitual; alternativamente, o en combinación con ellas, el especialista puede optar por recetar medicamentos como la ezetimiba (que disminuye la absorción de colesterol en el intestino), los fibratos (fenofibrato o gemfibrozilo, normalmente usados para el control del nivel de triglicéridos en sangre), las resinas (que estimulan la producción y uso de bilis, una enzima 'fabricada' en el hígado a base de colesterol) y, ahora, el inclisiran (Lecqvio, la 'vacuna' contra el colesterol) y otros medicamentos biológicos similares (alirocumab y evolocumab). 

Finalmente, también en este grupo incluiríamos los procedimientos de aféresis, similares a la diálisis (aunque más sencillas y mejor toleradas) en los que se 'depura' el colesterol de la sangre mediante un dispositivo externo.

Cabe señalar que, tal y como sucede con cualquier otro fármaco, esta clase de enfoques pueden conllevar algunos riesgos y efectos secundarios que, en todo caso, no deberían superar los beneficios siempre que se usen de acuerdo con las indicaciones.

¿Cuáles son las estrategias quirúrgicas?

Por último, cuando aparecen problemas cardiovasculares (que a menudo están relacionados con acumulaciones de colesterol o 'placa' en las arterias) puede requerirse la intervención quirúrgica para solucionar el evento adverso.

En este caso, se emplean técnicas diferentes, como bypass (una especie de 'puente' que esquiva un segmento de arteria en el que existe un bloqueo a la circulación sanguínea) o stent (colocación de una pequeña prótesis que soluciona la obstrucción).

En ciertas instancias muy infrecuentes en las que la hipercolesterolemia es muy grave y tiene un origen genético puede tratarse mediante un trasplante de hígado, con los riesgos y consecuencias que ello implica para el paciente.

Referencias

Clínic Barcelona. Hipercolesterolemia. Consultado online en https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/hipercolesterolemia/tratamiento el 07 de noviembre de 2023. 

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