Entrevista

Ángela Nieto: “Tenemos que quitarnos de la cabeza que en España no se hace investigación, solo necesita más financiación”

  • Ángela Nieto acaba de recibir el máximo reconocimiento en los premios ‘L'Oréal-UNESCO For Women In Science’ 2022.
La bióloga e investigadora Ángela Nieta
La bióloga e investigadora Ángela Nieto
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La bióloga e investigadora Ángela Nieta

Miembro de varias academias de ciencias nacionales e internacionales, Ángela Nieto es una de las investigadoras más destacadas de España. Desde hace varios años desarrolla su labor principalmente en el Instituto de Neurociencias del CSIC y la Universidad Miguel Hernández (CSIC-UMH), donde ha realizado importantes hallazgos para entender propagación del cáncer en forma de metástasis. Es precisamente por estos descubrimientos por los que ha recibido el máximo reconocimiento en los L'Oréal-UNESCO For Women In Science, lo que la convierte en la segunda española, tras Margarita Salas, en recibirlo.

Enhorabuena por el premio ‘L'Oréal-UNESCO For Women In Science’ 2022, la segunda española que lo consigue desde que lo hizo Margarita Salas hace unos años. ¿Qué supone este galardón para usted?Sí, hace 22 años, ella fue una de las primeras en recibir este premio. Es un premio muy especial. Primero porque es internacional, el que me han concedido a mí es el que corresponde a Europa. Y segundo, porque es un honor y un privilegio conocer a mujeres extraordinarias, ya que se trata de un premio a mujeres cuyo objetivo es visibilizar la ciencia hecha por mujeres. A nosotras nos gustaría que no tuvieran que existir estos premios, pero por desgracia todavía es necesario, ojalá llegue el día en el que no lo sean. 

Este premio es un reconocimiento a sus descubrimientos sobre la capacidad de las células para diseminarse durante el desarrollo embrionario, descubrimiento que puede dar la clave sobre el mecanismo de la metástasis. ¿Nos podría explicar en qué consiste este mecanismo?Durante el desarrollo embrionario se desarrollan todos los órganos y las células tienen que distribuirse para generar las distintas estructuras que tenemos en nuestro cuerpo. Lo que ocurre es que hay muchas células que nacen muy lejos de donde tienen que hacer su función, y tienen que desplazarse. Para eso, para adquirir capacidad de movimiento, se activan una serie de genes que podemos interpretar como interruptores. Cada célula tiene miles de genes, unos 20 mil, y la diferencia entre unas células u otras son los genes que tienen encendidos y los que tienen apagados. Para poder viajar, las células encienden una serie de interruptores que les permiten desprenderse el lugar en el que están y diseminarse a distintos lugares del cuerpo. En el caso del desarrollo embrionario, esto da lugar a un órgano u otro, por eso hace unos años pensamos que este podría ser el mismo mecanismo que utilizan las células del cáncer para diseminarse por el cuerpo y producir la metástasis. Es decir, que las células cancerosas utilizan un programa embrionario -fundamental para que nosotros existamos- para poder extenderse a otras parte del cuerpo. 

“En la lucha contra el cáncer tenemos muchos motivos para ser optimistas. La supervivencia de los enfermos está aumentando de manera significativa”

¿Qué aplicaciones está teniendo o puede tener esto en el futuro conocer este mecanismo?Lo que ha supuesto en todos estos años es que nos ha permitido conocer muchísimo mejor la biología del cáncer. Para proponer mejores estrategias terapéuticas, para cualquier enfermedad, no solamente para el cáncer, primero tenemos que conocer muy bien cómo son los procesos biológicos. Hay conocer muy bien cómo funcionan cuando funcionan bien para entender qué está pasando cuando algo funciona mal. Así, aunque no haya hoy en día una terapia que proceda de esta conexión con el desarrollo embrionario, sí que ha influido en la idea de cómo deben ser las terapias. El proceso es complejo y dinámico. Las células activan esta capacidad de movimiento cuando necesitan desprenderse de su lugar de origen, pero cuando llegan a su destino, tienen que apagarlo. En el caso del embrión, para que las células aniden y empiecen a formar el órgano que corresponde en el lugar que corresponde, y en el caso de la metástasis para que aniden en otros órganos distantes del órgano que tenía el primer tumor. En el caso del embrión, funciona bien, porque es indispensable para que se formen los órganos, y en el caso del cáncer da lugar a la progresión de la enfermedad.  

¿Por qué es tan complejo el mecanismo del cáncer? Se avanza mucho, pero sigue siendo la segunda causa de mortalidad en el mundo…Primero, porque el cáncer no es una enfermedad, son más de 200 distintas y, aunque tengan cosas en común, cada una actúa de manera diferente. Es muy complejo por eso y por muchos otros motivos, porque la célula primero muta a una célula cancerosa y luego ocurre el mecanismo del que hablamos, que la célula cambia su comportamiento y activa un mecanismo que le permite desplazarse. 

¿Cómo augura el futuro de los tratamientos contra el cáncer en los próximos años?Creo que tenemos muchos motivos para ser optimistas. De hecho, ha habido un punto de inflexión importante hace pocos años que ha sido la incorporación de una terapia con una estrategia nueva: la inmunoterapia, que en lugar de atacar las células tumorales desde fuera -como la radio y la quimioterapia- se trata desde dentro promoviendo que nuestro sistema inmune tenga más herramientas para vencer mejor a las células tumorales. Además, incluso con la radio y la quimioterapia las terapias son más dirigidas, mejoran… Se van añadiendo más terapias a las tradicionales en lo que se denomina terapia combinatoria, la conjunción de varias terapias a la vez. Y todo esto están dando unos resultados realmente fantásticos, la supervivencia de los enfermos de cáncer está aumentando de manera significativa. El mejor ejemplo lo tenemos con el cáncer de mama, cuya curación está por encima del 90%, algo impensable hace pocas décadas.

“La inversión pública en ciencia está por debajo de la media europea, pero la privada aún más, es donde más nos diferenciamos con el resto de Europa”

¿Qué otras aplicaciones tienen las investigaciones que llevan a cabo en el Instituto de Neurociencias del CSIC y la Universidad Miguel Hernández (CSIC-UMH)?Lo que investigamos en el Instituto es cómo se reactivan programas embrionarios en las enfermedades del adulto, no solo en el cáncer. Trabajamos también, por ejemplo, en la degeneración de órganos, concretamente en la fibrosis, una enfermedad degenerativa que puede afectar a cualquier órgano, que es muy frecuente y que, como el cáncer, tiene como factor de riesgo el envejecimiento. Lo que nosotros hemos descubierto es que también se produce por un encendido aberrante de estos interruptores, porque vuelven a encenderse unos genes embrionarios que deberían estar apagados. Esto provoca, por ejemplo, en el caso de la fibrosis del riñón, que estas células no funcionen como células renales y promueven que otras células depositen células de colágeno y que el órgano deje de funcionar correctamente… Hemos descubierto, de momento en modelos animales, que si logramos que esos genes no funcionen en un riñón que ya es fibrótico, se puede atenuar bastante la enfermedad.

Pertenece a varias academias de ciencias además de la española: la francesa, la latinoamericana, europea… ¿Cómo ve la ciencia española en el mundo?Sí, tengo el honor de pertenecer a varias academias de ciencias de varios lugares del mundo, porque la ciencia es algo internacional y estamos en contacto investigadores de todo el mundo. Por eso tengo que decir que la ciencia que se hace en España es de muchísima calidad. Si consideramos la inversión que se hace en ciencia y lo que se produce, tenemos que decir que somos muy eficientes. Y no solo en biología y medicina, que es un campo en el que España lo hace muy bien, también en química, por ejemplo. Tenemos que quitarnos de la cabeza eso de que en España no se hace investigación porque no es verdad. Hay muchos institutos de investigaciones de universidades muy potentes, lo que ocurre es que necesitamos un mayor apoyo de financiación. Y de todo tipo, no solo pública, porque se habla mucho de financiación pública y, aunque es cierto que la inversión pública es inferior a la media europea, donde más nos diferenciamos con el resto de Europa es en la privada. Estamos mal en las dos cosas, pero peor en la inversión privada. Y no solo de compañías, necesitamos que la inversión venga también de la sociedad a través de filantropía, por eso es necesario que se mejore la ley de mecenazgo.

¿Cómo podemos mejorar el papel de la mujer en la ciencia y que haya más mujeres investigando?Es un tema que hay que abordar desde que son pequeños. Hay un estudio muy preocupante que se hizo en la universidad de Princeton que muestra cómo las niñas, a los seis años, ya se ven menos capacitadas que los chicos ahora hacer determinadas cosas, y esas cosas están siempre relacionadas con la tecnología, con la ciencia… Por eso hay que decirles a las niñas desde pequeñas que sí son capaces de hacerlo, hay que trabajar en la educación desde el principio para que no se pongan ellas mismas barreras. Y después hay que apoyar a las mujeres que decidan tener una carrera científica, para que tengan las mismas oportunidades que los hombres y terminar con los techos de cristal que aún existen. 

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