Alopecia frontal fibrosante: el tipo de caída de pelo que más afecta a las mujeres durante la menopausia

En el 95% de los casos se manifiesta en la población femenina durante la menopausia pero cada vez es más frecuente también entre hombres y mujeres pre-menopáusicas. Se trata de un proceso irreversible aunque con un diagnóstico precoz se puede detener su progresión.
La alopecia frontal fibrosante afecta en el 95% de los casos a la población femenina durante la menopausia.
La alopecia frontal fibrosante afecta en el 95% de los casos a la población femenina durante la menopausia.
Cortesía.
La alopecia frontal fibrosante afecta en el 95% de los casos a la población femenina durante la menopausia.

La alopecia frontal fibrosante es un tipo de caída capilar cuya incidencia ha aumentado progresivamente en los últimos años, convirtiéndose en la actualidad en una forma de alopecia cicatricial cada vez más frecuente entre la población femenina. Se manifiesta sobre todo en la etapa de la menopausia aunque cada vez se diagnostican más casos entre varones y entre mujeres pre-menopáusicas.

¿Cuál es su origen?

Los expertos aclaran que su origen es multifactorial e incluye factores genéticos, ambientales, hormonales y autoinmunes. Un 8% de los pacientes la sufren por antecedentes familiares, a lo que se suma el factor hormonal que se encuentra presente en muchos casos, ya que es frecuente que este tipo de alopecia también se asocie, en muchos casos, a trastornos de la glándula tiroides, en especial al hipotiroidismo, afirman desde Hospital Capilar.

“La alopecia frontal fibrosante es la alopecia cicatricial más frecuente entre la población general. Esta patología capilar tiene un doble mecanismo autoinmune y hormonal y afecta a pacientes susceptibles genéticamente, implicando que el propio organismo ataque al pelo provocando una inflamación que, si no se detiene, termina por destruir el folículo piloso”, explica el doctor Antonio Leone.

¿Cuáles son sus características?

La alopecia frontal fibrosante se caracteriza, principalmente, por la retracción de la línea frontotemporal del pelo, con un cabello que nace cada vez más atrás. También puede producirse una pérdida de cabello en la zona de las cejas hasta en el 75% de los casos, así como de la nuca y, en un 25% de los pacientes, del vello corporal, sumado a la pérdida de barba y del bigote en el caso de los hombres.

¿Cuáles son sus síntomas?

Por regla general suele ser asintomática pero en ocasiones puede generar dolor en el área donde aparece el tejido cicatricial. “Además, los pacientes pueden experimentar otros síntomas como el enrojecimiento del cuero cabelludo, lesiones en las sienes formando una especie de relieve o una marcación de los vasos sanguíneos centrales de la frente”, destaca el doctor Leone.

¿Cómo se manifiesta?

Esta patología capilar suele ser lenta y progresiva, por lo que en la mayoría de los casos no suele percibirse una caída excesiva del pelo; aunque la progresión de esta alopecia suele ser rápida.

Por otro lado, el avance de la alopecia frontal fibrosante puede parar de forma espontánea, lo que suele ocurrir tras varios años de actividad de la enfermedad, dejando importantes secuelas estéticas si no se ha realizado un tratamiento adecuado previamente.

¿Tiene tratamiento?

El especialista en salud capilar señala que esta patologia no es reversible y actualmente no existe una cura definitiva para ella por lo que su diagnóstico médico precoz resulta fundamental para poder estabilizarla y evitar su progresión.

“Los tratamientos recomendados en estos casos dependerán del grado de la alopecia, de la rapidez de su avance y de las circunstancias individuales del paciente. No obstante, lo ideal será recurrir a tratamientos médicos, normalmente a base de corticoides tópicos u orales, inhibidores de la 5 alfa reductasa, inmunosupresores y otros sistemas cosméticos para enmascarar la evolución de la alopecia como los sistemas FAS, que son sistemas de pelo natural que se adhieren de forma fija a la piel del cuero cabelludo”, detalla el experto de Hospital Capilar.

Asimismo, se aconseja seguir una dieta equilibrada en el día a día, ya que “la alimentación jugará un papel decisivo a la hora de mantener en perfecto estado la salud de nuestro cabelludo gracias al óptimo aporte de vitaminas, nutrientes y minerales”.

¿Pueden ser útiles los injertos capilares?

El doctor Leone remarca que “esta patología es inmunológica, es decir, son las propias células de nuestro cuerpo quienes atacan las unidades foliculares produciendo la pérdida de las mismas” por lo que en general el injerto capilar no funciona.

Sin embargo, añade que algunos casos de pacientes con alopecia frontal fibrosante muy estable y controlada, se han realizado injertos capilares “siempre informando debidamente al paciente de los riesgos del implante y de que puede que el resultado no sea definitivo, ya que en estos casos es importante ser conscientes de que un porcentaje variable del pelo trasplantado podría perderse con el paso de los años”.

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