Qué es el síndrome del momento perfecto y cuál es su impacto en la salud mental

En España, la obsesión por el físico perfecto ha bajado la media de edad de la cirugía estética de los 35 a los 20 años, un tipo de frustración consecuencia de no saber gestionar la idealización imperante en las redes sociales.
Imagen representativa de las redes sociales de Meta.
Las aplicaciones priman el contenido visual, una cascada incesante de imágenes procedentes de varias aplicaciones que pueden llegar a provocar alteraciones mentales serias.
DALL-E via Bing Image Creator
Imagen representativa de las redes sociales de Meta.

Las redes sociales, especialmente aquellas donde la imagen es la protagonista, como Instagram o TikTok, han creado un paraíso de la perfección a todos los niveles ante el que los usuarios reaccionan de formas muy diversas. No tiene que ver con la edad ni con el grado de educación y formación que se posea: la frustración ante un goteo incesante de casas, parejas y vidas idílicas pueden dañar la salud mental de cualquiera. Su repercusión es tal que ya se ha acuñado un síndrome: el del momento perfecto.

Una parte de los usuarios de redes sociales banalizan esas cascadas de información visual (en muchos casos falseada) dándole la importancia justa. Pero en otros casos, ese cúmulo de situaciones perfectas (irrealizables para la mayoría) puede impactar de tal forma que la persona seguidora de esa cuenta o de ese/a influencer vea trastocada su salud mental hasta el punto de afectar a su vida cotidiana.

¿Cómo afecta este síndrome?

La persona afectada, en el anhelo de imitar esa perfección que ve y admira en las redes sociales, empieza a cambiar su escala de valores y, en los casos más extremos, a sufrir disociación entra esas estampas y su propia realidad. En este sentido, asocia la felicidad única y exclusivamente a factores externos (dinero, belleza física, fama…), lo que le lleva a descuidar el tipo de persona que realmente era y quería ser.

Lo preocupante de este síndrome es que puede desencadenar en una situación que se le escape de las manos, llegando a desencadenar un trastorno mental. Habría que hablar en estos casos de un trastorno disociativo: una afección mental que implica una pérdida entre pensamientos, sentimientos, entorno, comportamiento e identidad. En la práctica se traduce a escapar de la realidad y en que la percepción de la vida cotidiana se vea alterada por completo.

La perfección física, una obsesión para la juventud

Esas imágenes idílicas de viajes, casas, parejas, amistades, etc., que Instagram y TikTok escupen cada segundo, provocan una frustración que en el caso de los más jóvenes, y en especial en la adolescencia, puede llevar a alteraciones serias. Pero en todo caso son episodios que, de ser puntuales, se pueden gestionar con la ayuda de gente cercana o de profesionales en salud mental si así lo requiriese la situación.

Una situación más peliaguda la provoca la frustración física. Cuando ese ideal de belleza al que se accede a todas horas lleva a una obsesión hacia el cambio físico,  desemboca en cirugías estéticas que no son realmente necesarias. La Sociedad Española de Medicina Estética indicaba recientemente que la edad media para acceder a estos tratamientos en España ha pasado de los 35 a los 20 años, una alerta lo suficientemente seria.

Referencias

Mayo Clínic (s.f.). Trastornos disociativos. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/dissociative-disorders/symptoms-causes/syc-20355215

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