¿Qué es SIBO? El trastorno digestivo que comparten varias 'influencers'

En los últimos tiempos, influencers como María Segarra, Natalia Osona, Marta Pombo o Lola Latorre han revelado que sufren este problema digestivo que, entre otros síntomas, provoca una antiestética distensión abdominal. La nutricionista Celia Gonzalo nos da todas las claves para su diagnóstico y tratamiento. 
Una mujer sufre dolor de estómago
El dolor abdominal es uno de los síntomas más frecuentes del SIBO,,
Getty Images
Una mujer sufre dolor de estómago

Son varias las caras conocidas de las redes sociales que en los últimos meses han revelado que sufren de SIBO - entre otras, influencers como María Segarra, Natalia Osona, Marta Pombo o Lola Latorre- pero, ¿qué origina realmente este problema digestivo? Y un paso más allá, ¿es SIBO todo lo que parece?

El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO, por sus siglas en inglés) se produce cuando hay un aumento anormal de toda la población bacteriana en el intestino delgado, en particular de los tipos de bacterias que no se encuentran comúnmente en esa parte del tubo digestivo. Esta afección a veces se llama también síndrome del asa ciega.

Sin embargo, tal y como explica la endocrina Celia Gonzalo de los centros de medicina Neolife, a pesar del creciente interés por este trastorno en los últimos tiempos no se trata de nada nuevo “sino de un motivo frecuente de consulta que antes no quedaba ni bien identificado ni tratado”.

Síntomas principales

Uno de los más populares y llamativos es la distensión abdominal o abdomen hinchado, pero este no es el único síntoma digestivo asociado a esta enfermedad que puede presentarse también con diarrea crónica, dolor abdominal, meteorismo (gases), saciedad temprana, dispepsia (malestar abdominal después de comer), cambios en los hábitos intestinales, malabsorción de nutrientes (provocando cuadros de pérdida de peso y de debilidad entre otras cosas), reflujo gastroesofágico (sensación de quemazón en el esófago) y síntomas sistémicos (cansancio, dolores musculares, articulares y de cabeza).

¿Cómo se diagnostica?

La experta advierte de la necesidad de ser rigurosos y huir de test caseros y recomendaciones sin base científica que pululan por las redes sociales. “Es preciso realizar un conjunto de pruebas para detectarlo: la del aliento con lactosa o glucosa, aspiración de líquido duodenal, cultivo de aspirado duodenal y pruebas de ADN fecal”, concreta.

¿Se puede confundir con otras enfermedades?

Efectivamente. Como indica la endocrina el SIBO comparte síntomas relevantes con otras dolencias “lo que está propiciando que muchas personas acudan a las consultas pensando que su malestar digestivo podría achacarse a esta enfermedad”.

La doctora Gonzalo cita las más parecidas o las que pueden llevar a confusión: síndrome de intestino irritable, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, enfermedad celíaca, gastroparesia, malabsorción de fructosa o lactosa, pancreatitis crónica y cáncer colorrectal.

¿Cuál es el tratamiento más efectivo?

La doctora Gonzalo apuesta por un abordaje integral a partir de un chequeo “ya que todo puede influir en esta patología, desde la actividad física, el estado hormonal, las dolencias previas y la alimentación”.

La endocrina añade que no hay que tratar este problema de forma aislada y propone los estudios de microbiota como punto de partida y de intolerancias alimentarias.

El abordaje convencional de este trastorno digestivo emplea antibióticos pero como explica Gonzalo también existen otras corrientes que apuestan por la fitoterapia o por una combinación de prebióticos, probióticos y postbióticos. Es decir, fibras, bacterias y ácidos grasos.

La importancia de la alimentación

La doctora recalca la importancia de la alimentación para el tratamiento de este problema digestivo. “La retirada de alimentos suele ser temporal y afecta al consumo de aquellos ricos en FODMAPS, es decir carbohidratos fermentables por bacterias. En un primer grupo entrarían los que contienen azúcares y lácteos. También los que integran fructosa, como el mango, las manzanas, las peras y la sandía. Se advierte también al paciente sobre la necesidad de llevar a cabo una dieta que no incluya los polioles, azúcares de alcohol presentes, por ejemplo, en los chicles sin azúcar”. Además, a la lista de comida a retirar durante el tratamiento se suman los productos ricos en fibra insoluble —legumbres, cereales integrales— y crucíferas, el brócoli y la col, entre otros.

Lejos del alcohol y el tabaco

La especialista asegura que son “dos tóxicos que van a empeorar los síntomas en algunas personas con SIBO”. Por un lado, el alcohol aumenta la permeabilidad intestinal, estimula el crecimiento bacteriano, incide en la malabsorción de nutrientes y favorece la deshidratación. Por su parte, el tabaco incrementa la acidez en el estómago e irrita el esófago, así como la motilidad intestinal.

Cuánto dura el tratamiento

La endocrina especifica que se trata de un proceso largo. Siempre que el tratamiento se realice de forma rigurosa podrán verse resultados en seis meses o incluso antes. “Es un trabajo de fondo, hay que reestablecer un equilibrio en nuestra microbiota y aportar todos los elementos para que funcione adecuadamente” e inciden ponerse siempre en manos de un especialista “por el peligro de un falso diagnóstico alentado por informaciones no procedentes de profesionales médicos”.

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