¿Qué es la vérnix caseosa que tienen los bebés al nacer?

Cuando nacen, muchos bebés lo hacen completamente cubiertos de una capa de material graso y de color claro. Este material seboso es lo que se conoce como vérnix caseosa.

¿De qué está formada y para que sirve?

Aunque su nombre parece apuntar a los productos lácteos (la palabra caseosa procede del latín caseus, que significa queso), lo cierto es que la vérnix es una mezcla de agua, secreciones sebáceas, lanugo (el fino vello que cubre a los bebés) y células epidérmicas muertas.

Se produce entre las semanas 18 y 20 de la gestación con la función de proteger la piel del feto de los efectos irritantes del líquido amniótico, que la agrietan y arrugan. Además, al aislar al bebé de este líquido permite la formación del estrato córneo (la capa más externa de la piel) que necesita un ambiente seco para formarse.

Sin embargo, su producción cesa a partir de la semana 41 del embarazo, lo que explica que algunos bebés no nazcan impregnados en esta sustancia.

¿Por qué se deja la vérnix caseosa después del parto?

Hasta hace relativamente poco era común bañar a conciencia a los bebés nada más nacer para retirar la vérnix caseosa; sin embargo, en tiempos recientes se ha instalado la costumbre de dejar este recubrimiento en la piel durante un periodo de 48 a 72 horas.

Esto es porque las funciones de esta sustancia no terminan con el parto, sino que pasado éste continúa protegiendo al bebé frente a infecciones bacterianas y fúngicas, e incluso tiene efectos beneficiosos para la curación de lesiones cutáneas. De igual manera, ayuda a mantener la hidratación cutánea y la elasticidad de la piel.

La vérnix caseosa y... ¿Un posible origen acuático?

Existe una hipótesis que sostiene que los antecesores inmediatos de los seres humanos vivieron por un tiempo significativo en el agua, la conocida como hipótesis del simio acuático. Sus proponentes a menudo esgrimen la vérnix caseosa como una prueba de este origen, ya que otros mamíferos acuáticos nacen recubiertos de una sustancia grasa similar (si bien no existe acuerdo científico sobre si debe considerarse también vérnix caseosa).

Sea como sea, lo cierto es que esta teoría se formuló en una época en la que no estaba disponible toda la información que hoy poseemos sobre la evolución humana, y que de acuerdo con el consenso académico apunta a un origen selvático. Así, la hipótesis del simio acuático ha quedado relegada al terreno de la ficción, en el que aparece ocasionalmente, y al de la pseudociencia.