El impacto del fitness en tu vida sexual: ¿Qué dice la ciencia?

En España el fitness ha ganado un papel fundamental en la búsqueda de un estilo de vida saludable. Pero, ¿qué relación tiene esto con la vida sexual? La ciencia revela conexiones intrigantes entre la actividad física y la vida íntima.
Relaciones de pareja
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A lo largo de los años ha habido muchas dudas y preguntas acerca de la vinculación entre el ejercicio físico y el sexo. Han sido cientos de investigaciones científicas las que han hablado acerca de los beneficios del fitness practicado de forma regular sobre la salud física y mental, y esto, a su vez, tiene ventajas en el rendimiento sexual.

Más allá de que el ejercicio físico nos puede llevar a sentirnos mejor con nosotros mismos, a mejorar nuestra autoestima y a sentirnos más atractivos, la práctica del fitness debe ser tenida muy en cuenta de cara al propio desempeño sexual.

El fitness ayuda a mejorar la vida sexual

A través de diferentes estudios científicos se ha podido determinar que el fitness tiene un notable impacto sobre la vida sexual, ya que vinculados a los beneficios que el deporte tiene sobre la salud mental y física, la persona que lo practica se puede encontrar en mejores condiciones para mantener relaciones sexuales.

La mejora de la calidad del sexo viene dada por diferentes razones, comenzando por el hecho de que la práctica de ejercicio mejora la salud cardiovascular, lo que resulta clave, puesto que el sexo necesita de la dilatación de los vasos sanguíneos para que el flujo de sangre llegue a las zonas erógenas, mejorando tanto las erecciones del pene como la del clítoris.

Por otro lado, con la práctica del fitness se consigue mejorar los niveles de testosterona, la hormona sexual más importante del género masculino, al ser la encargada de ayudar a mantener el impulso sexual, así como a producir los espermatozoides. De igual forma, las mujeres también se ven beneficiadas en este sentido, a quienes favorece de cara a la libido y el orgasmo, entre otros.

Por si esto fuera poco, con motivo del ejercicio favorece el control de los niveles de insulina y mejora la calidad de la excitación sexual al evitar los trastornos metabólicos que podrían afectar a esta última fase. Además, el hecho de entrenar con frecuencia a nivel físico permite mejorar la flexibilidad, liberando tensiones y mejorando la fuerza, lo que también ayuda a la hora de poder experimentar en el terreno sexual y adoptar técnicas o posiciones sexuales más exigentes.

Por último, no podemos dejar de lado el impacto más obvio del fitness sobre la vida sexual, y es que contribuye a que nos mantengamos en un mejor estado de forma, lo que al mismo tiempo permite disfrutar de una mayor resistencia sexual y más posibilidades de disfrutar del acto sexual sin acabar exhaustos.

Los expertos coinciden a la hora de dar importancia a los ejercicios de suelo pélvico, los cuales pueden ser realizados tanto por hombres como por mujeres para prevenir y evitar problemas de disfunción eréctil y bajo control de la eyaculación en el caso de los hombres, y de dificultades para la penetración en las mujeres. En el caso de los hombres, una práctica muy sencilla para ejercitarlo consiste en relajar y apretar los músculos encargados de controlar el flujo de orina y repetirnos hasta tres veces al día, mientras que en el caso de las mujeres, además de llevar a cabo este mismo ejercicio, se pueden utilizar las “bolas chinas”, un estimulador femenino que ayuda a fortalecer los músculos de la vagina.

De esta forma, queda demostrado que el fitness tiene una gran influencia en la vida sexual, y es que, aunque se puedan tener relaciones íntimas siendo una persona totalmente sedentaria, el hecho de practicar ejercicio físico y estar en forma ayuda a hacer que el sexo sea mucho más placentero.

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