El VPH no solo se transmite sexualmente y puede causar cáncer en la piel: "Tenemos un reservorio en las uñas"

Recientemente se conoció un caso de carcinoma provocado por una infección en una herida sufrida durante la manicura.
Recientemente se conoció un caso de carcinoma provocado por una infección en una herida sufrida durante la manicura.
Getty Images/iStockphoto
Recientemente se conoció un caso de carcinoma provocado por una infección en una herida sufrida durante la manicura.

Desde hace algunas décadas, muchos países han puesto en marcha campañas para vacunar a niñas y adolescentes frente al virus del papiloma humano (VPH) que, en tiempos recientes, han empezado en muchos casos a hacerse extensivas a los varones. 

Hay buenas razones para ello. Aunque los virus del papiloma humano son prácticamente ubicuos en la especie humana, y en la mayoría de los casos o bien no provocan enfermedad significativa alguna o bien provocan síntomas menores, algunas variantes pueden estar relacionadas con el desarrollo de condiciones muy graves, como diferentes cánceres.

VPH y cáncer en la piel

La concepción más extendida de este fenómeno es aquel en el que el VPH es una infección de transmisión sexual (ITS) que en la mayoría de personas desaparece por sí solo sin causar síntomas relevantes al cabo de un tiempo, pero que en un porcentaje de infectados (mujeres principalmente) degenera en tumores (mayormente de cervix, pero también otros como garganta, ano, vulva o pene). Si hablamos de cánceres propiciados por el VPH, desde luego esta caracterización comprendería la mayoría de las instancias documentadas en la literatura médica.

No obstante, este perfil no es el único que se ha registrado. Recientemente, ha sido noticia el caso de una mujer en Estados Unidos que desarrolló un cáncer cutáneo tras sufrir una infección en una herida sufrida al hacerse la manicura.

"El cáncer cutáneo" explica la doctora Pilar López Criado, jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y Cuello y Melanoma del centro MD Anderson Madrid, "hasta ahora no se sigue como relacionado con el virus del papiloma humano pese a que este último es uno de los virus oncogénicos más conocidos a nivel mundial". 

"Sólo suele causar verrugas u otras lesiones"

"Igual que la relación entre virus del papiloma y las cuestiones ginecológicas y urológicas sí que es conocida y manejada por los profesionales, no hay tanto conocimiento de cánceres de piel asociados a VPH como para que los dermatólogos adviertan o revisen, pese a que sí que hay datos desde hace 10 o 15 años", explica.

"Hay que tener en cuenta", amplía Eduardo Martínez-Arrarás, dermatólogo del Centro de Salud San Juan de la Cruz de Pozuelo (Madrid), "que el VPH tiene cientos de serotipos, y los que se han relacionado con el cáncer son solo unos de ellos". 

"Afectan normalmente algunos tipos a la piel (en la forma de verrugas, condilomas...) y otros a los genitales. Los que se han relacionado más con los cánceres son de este último grupo. El caso cutáneo es claramente más raro; suele manifestarse solo como verrugas u otras lesiones de la piel", añade.

"Es un virus que convive con nosotros"

De hecho, apunta López, "es un virus que convive con nosotros. Se sabe que tiene un reservorio en las uñas y las cutículas de nuestras manos. Noticias como la de Estados Unidos nos alertan porque teniendo esto en cuenta casi en ningún caso llega a producir cánceres cutáneos o al menos no cánceres que puedan comprometer la vida".

Más allá de la diferencia entre los diferentes serotipos, esto tiene que ver con el modo en el que se producen los contagios: "En el contagio sexual, hay un contacto más estrecho, en el que puede haber pequeñas irritaciones o pequeños sangrados que se sabe que son las puertas de entrada para los virus".

"Por vía sexual, suele ocurrir que una persona lo contrae, convive con él un tiempo y lo puede transmitir a otros", añade por su parte Martínez-Arrarás. "Lo que sucede es que especialmente en la mujer puede producir verrugas y condilomas en el cuello del útero, y luego cánceres en el peor de los casos. En el hombre, suele estar sin síntomas y ser él el transmisor, aunque se han descrito incluso casos de cáncer de pene", detalla.

"Normalmente" apostilla López, "la mano la ves. Otra cosa es el cérvix de una mujer, que no es tan accesible a la vista. O incluso el pene y el ano son más difíciles de vigilar. En la mano no debería llegar a ocurrir que lleguemos a tener un tumor, porque la lesión se debe vigilar, tratar y limpiar correctamente. Por eso el caso de Estados Unidos es anecdótico".

"Es probable", argumenta por su parte Martínez-Arrarás, "que el caso de esta persona se debiera a una herida con un material que no estaba correctamente esterilizado y se produjera la infección. Y de ahí a desarrollar un cáncer, muchísima mala suerte".

"Aconsejamos vacunar a varones y adultos"

Por otra parte, cabe apuntar que contamos con una vacuna que protege frente a ciertos serotipos, principalmente los más relacionados con el cáncer (que, como ya señalamos, tienden a ser de transmisión sexual).

"Hay dos tipos de vacuna, una preventiva (que en España se pone a todas las niñas, aunque los oncólogos aconsejamos vacunar a los varones y a los adultos) y una terapéutica. Y son importantes porque la exposición es altísima (se estima que hasta el 80% de la población mundial ha estado en contacto con el virus) y el riesgo de la vacunación es muy bajo", dice López.

"Ahora mismo, se entiende que la vacunación preventiva tiene sentido cuando no se ha podido desarrollar el cáncer (esto es, antes de haber estado expuestos al virus; por ello, en niñas que no han tenido contacto sexual) ya que una vez que se ha producido el daño oncogénico, aunque sea en una célula, la vacuna no evita el cáncer", añade.

Por eso, defiende, "todo tipo de relaciones sexuales necesita métodos de protección de barrera. Incluyendo las manos, relaciones sexuales, orales... no se debe hacer una felación sin un método de barrera, porque se puede estar transmitiendo el virus" (al margen, subraya, "del tipo de relación, heterosexual u homosexual").

"Hay que vigilar las heridas de la manicura"

Y prosigue: "Hemos visto con la pandemia lo importante que es lavar las manos. No es fácil mantenerlas limpias y pueden transmitir virus. Hay que tener cuidado con los dos extremos: las personas que no se lavan bien las manos y las que se las lavan en exceso y llegan a hacerse heridas".

"Precisamente, se debe tener mucho cuidado con las heridas en la mano. Las heridas que se producen en los salones de belleza hay que vigilarlas, hay que tratarlas y no hay que pasarlas por alto; hay que vigilarlas lo mejor posible", concluye.

"Una herida en la mano, limpiándola, cura muy rápido. Si no se cura, hay que ir al médico y si no funciona insistir o cambiar de profesional; no puede ser que lleguemos a tener un carcinoma", concluye.

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