Tres mitos sobre el Trastorno de la Conducta Alimentaria (y una noticia positiva)

Si existe un área de la medicina en la que se multiplican los bulos y el estigma, esa es sin duda la que se refiere a salud mental. Desmentimos algunas afirmaciones sin fundamento sobre anorexia, bulimia y otros trastornos.
Así es la resistencia al tratamiento de los trastornos de conducta alimentaria.
Los TCA no son un único problema, sino un amplio abanico de ellos.
©[vadimguzhva de Getty Images Pro] a través de Canva.com.
Así es la resistencia al tratamiento de los trastornos de conducta alimentaria.

En España, 3 de cada 4 afectados por algún Trastorno de la Conducta Alimentaria son adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y los 25 años. En ocasiones, estos pacientes pueden presentar patologías psiquiátricas asociadas a la anorexia o la bulimia como ansiedad o depresión, y no es un problema con un abordaje sencillo.

A pesar de su prevalencia, y de que todos hemos oído hablar de estos trastornos a nuestro alrededor, los TCA generan infinidad de estigmas y falsas creencias que se convierten en afirmaciones sociales tácitas, y que hoy vamos a desmontar con la ayuda de dos psicólogos sanitarios especializados en Trastornos de la Conducta Alimentaria.

¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria?

Para empezar a entender lo relacionado con este problema, la psicóloga sanitaria, especialista en adicciones y TCA, directora clínica de Psicogabinete Retiro y Mettapsicólogos Patricia Zori Núñez comenta: "lo primero que yo resaltaría es que los Trastornos de la Conducta Alimentaria que tradicionalmente consideramos que son la anorexia y la bulimia, son en realidad muchos más".

La combinación de ingredientes para un sándwich a la venta en Inglaterra ha escandalizado a muchos españoles.
Lo que ingerimos es lo único que podemos controlar al 100%, y los TCA utilizan la comida como 'muleta' en la que apoyar sus inseguridades.
Freepik

Y añade: "Se trata de toda aquella persona que presenta dificultades para gestionar ciertas emociones, y que utiliza la comida como elemento externo para resolverlo".

En psicología se considera que todos los síntomas tienen una función, "cualquier síntoma que exteriorice una persona está queriendo decir algo. Los TCA son aquéllos que tienen que ver con la comida y que están expresando una necesidad de control en la vida del afectado".

Anorexia y bulimia, ¿control absoluto o descontrol?

Al final, si lo pensamos bien, "lo único que podemos controlar las personas es lo que ingerimos o no ingerimos desde fuera. Las personas que tienen problemas de alimentación oscilan en el polo del control absoluto, lo que se consideraría una parte más restrictiva socialmente conocida como anorexia".

Imagen representativa de una joven con anorexia.
La anorexia y la bulimia son sólo dos ejemplos de los trastornos que se incluyen en los TCA.
ISTOCK

En el otro extremo, "en el del polo del descontrol absoluto, que serían los atracones, se sitúa lo que todos conocemos socialmente como bulimia. Dentro de esos dos polos se manifiesta un amplio espectro de posibilidades", comenta Patricia Zori.

Mito 1: Los TCA no tienen tanto que ver con la imagen como con el perfeccionismo

Para desmontar los tres mitos más comunes respecto a los TCA, este diario ha entrevistado también al psicólogo sanitario y divulgador Buenaventura del Charco Olea, autor del libro 'Te estás jodiendo la vida. Olvídate de tu mejor versión y sé tú mismo' (ed. Martínez Roca). Un documento muy interesante centrado en la autoexigencia y el perfeccionismo, "algo que tiene un papel crucial en los TCA", comenta.

Anorexia
Los pacientes de TCA utilizan la comida para recuperar el control de su vida.
BENJAMIN WATSON/ARCHIVO

Respecto al primer mito, al que se refiere a que los trastornos de alimentación no tienen tanto que ver con la imagen corporal y la comida como con la búsqueda de la sensación de control y el perfeccionismo... del Charco nos da su explicación.

"Normalmente quienes padecen estos problemas son personas que han vivido situaciones de no control muy dolorosas (padres para los que nunca es suficiente, abuso o maltrato, ausencias, enfermedades). De esta manera, una parte de ellos busca 'compensar' esas situaciones creándose sensaciones artificiales de control a través del cuerpo y la comida".

2. Mito 2: El tratamiento debe centrarse en recuperar el peso

Recuperar un peso saludable, así como un patrón alimenticio adecuado es sólo una parte, la más visible, de la solución. "Centrarnos sólo en la punta del iceberg, en la parte visible de este trastorno, estaría condenado al fracaso".

Un médico con una paciente en consulta.
Devolver al paciente su peso saludable sólo es una de las medidas para solucionar el problema.
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¿Por qué emite esta afirmación tan tajante el psicólogo del Charco Olea? "El paciente utiliza el Trastorno de la Conducta Alimentaria como 'una muleta' en la que se apoya para gestionar otras cosas (miedo al rechazo, situaciones de descontrol, represión y evitación emocional). Por lo tanto, si no se solucionan esas otras cosas, no puede renunciar al síntoma alimentario".

Mito 3: Un paciente TCA está siempre con el peso extremo y alterado

Una persona con Trastorno de la Conducta Alimentaria no está siempre con el peso extremo y alterado (por arriba o por abajo). Se trata de otra de las falsas creencias ampliamente extendidas entre la población, que imagina personas, fundamentalmente, muy delgadas.

En palabras del psicólogo: "Muchos TCA tienen normopeso, en contra de lo que la mayoría piensa. En este tipo de perfiles existe una relación alterada con la comida y una fijación obsesiva con ella. Es por esta circunstancia, que hemos de tener una visión y una comprensión más amplia respecto a estos pacientes".

Los Trastornos de la Conducta Alimenticia, ¿se curan?

Patricia Zori afirma rotundamente que sí, los TCA se curan. "En la medicina tradicional se habla de que los TCA se vuelven crónicos, y también de que están fuertemente arraigados a la personalidad del paciente. Debo decir que es cierto que existen diferentes grados de gravedad dentro del trastorno, que varía según la persona que lo padece". 

Pero la experta añade una gran dosis de esperanza, fundamentada en su oficio: "Aunque lo anteriormente dicho es cierto,  también es verdad que cuanto antes se haya generado la problemática y más se haya mantenido en el tiempo, más mella habrá hecho en la persona". 

Y añade: "como cualquier otro problema, cuanto más convives con él, más daño te hace. Sin embargo, y de la misma manera que cualquier otro tipo de problemática en psicología, el TCA se puede tratar y se puede curar. Por supuesto que sí".

Un estudio encuentra una correlación entre la anorexia nerviosa y los niveles del neuropéptido orexina A en el plasma sanguíneo.
Los TCA pueden curarse con el tratamiento profesional adecuado.
Solene Gl / WIKIMEDIA COMMONS

Cuando la especialista en adicciones y TCA habla del proceso de cura, concreta que "el objetivo será que la persona encuentre otras herramientas más saludables para gestionar sus emociones, y que no utilice la comida como única forma de enfrentarse a ellas".

Respecto a esta buenísima noticia, la que hace referencia a la cura, Buenaventura del Charco añade que "el TCA es un problema que requiere una formación muy concreta y la creación de equipos multidisciplinares (psiquiatría, nutricionista, psicólogo)". 

Afortunadamente, concluye el psicólogo, "cada vez más se están creando unidades especializadas tanto en la sanidad pública como en la privada, así como másteres centrados en esta compleja temática. Estamos mucho más preparados para afrontarla, y ayudar a superarla con éxito".

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