Señales de alarma en nuestra boca que nos avisan de un exceso de estrés

¿Cuáles son las manifestaciones físicas más frecuentes del estrés? ¿De qué manera se exterioriza el estrés en nuestra boca?El cuerpo exterioriza el estrés de muchas maneras. Una de las principales y más evidentes reacciones es la sequedad en la boca, que también se da si se están usando medicamentos para tratar la ansiedad, uno de sus efectos secundarios es este. La saliva es la primera defensa que se encuentran las bacterias en la boca. Cuanta menos secreción de saliva, mayor es el riesgo de enfermedades bucales. Tener la boca seca hace que aumente la acidez de la cavidad oral y esta ataque al esmalte, provocando el desarrollo de caries o enfermedades en las encías.

Por otro lado, la alteración y la acumulación de la placa bacteriana pueden provocar el sangrado e inflamación de las encías, causando enfermedades como gingivitis o periodontitis. Esto se suele dar porque durante períodos de ansiedad o estrés descuidemos nuestra alimentación, consumiendo más azúcares o fumando en exceso, por ejemplo, además de descuidar la higiene dental. En los últimos años se ha comprobado que cuando el cuerpo se encuentra bajo estrés se producen cantidades elevadas de cortisol. Cuando se produce, en las encías estimula la inflamación y por tanto promueve la periodontitis.

Otra de las afecciones tradicionales que se producen cuando sufrimos estrés son las llagas, aftas y herpes. Los herpes son producidos por un virus que habita en los nervios faciales y se reproduce en momentos en los que el organismo tiene menos defensas. Las aftas son unas heridas blanquecinas que se forman en encías y mucosas causadas por virus, bacterias y deficiencias del sistema inmunológico debilitado por el estrés.

El bruxismo, comúnmente conocido como el rechinamiento de dientes, también tiene sus orígenes en el estrés. Se trata de un hábito involuntario que consiste en apretar y/o rechinar los dientes durante las horas de sueño, o incluso despiertos. Si no se trata puede derivar en complicaciones más severas, hipersensibilidad dental, desgaste de los dientes, dificultad para masticar, dolores musculares en mandíbula, dolores en cuello, cabeza y oídos; insomnio o incluso provocar la pérdida de piezas dentales.

¿De qué forma puede afectar el estrés a nuestra boca?Normalmente, el estrés está relacionado con dolores musculares, en cuello, cervicales o estomacales. Pero es posible que pocos notemos cómo afecta a la boca. Luego de atravesar períodos de estrés o mayor ansiedad, es bastante frecuente la aparición de herpes, llagas o dolores en la mandíbula por rechinar los dientes. Además si el estrés es crónico, que perdura en el tiempo, las consecuencias son mayores, incluso pueden llevar a la pérdida de piezas dentales si no se actúa a tiempo.

Cuando aparecen llagas, aftas o herpes, ¿cómo debemos tratarlos?Como decíamos anteriormente, su origen se da debido a una debilitación del sistema inmunológico, causada por el estrés. Se sabe también que hay algunos alimentos que pueden ser los causantes como ciertos tipos de queso, frutas como la piña y el melón y algunos frutos secos, como las nueces y las avellanas.

Para diferenciarlas y tratarlas correctamente, es importante saber que mientras las aftas se caracterizan por ser lesiones blancas rodeadas de un halo rojizo, las del herpes son pequeñas vesículas que posteriormente se rompen formando una costra.

Algunos consejos para evitar su aparición son:
- Reducir los niveles de estrés
- Evitar las bebidas con cafeína
- Disponer de buenos hábitos de sueño
- Agendar revisiones dentales regulares
- Mantener una correcta higiene bucal utilizando un cepillo suave para dientes y lengua
- Seguir una dieta blanda, fría o templada, y masticar bien los alimentos
- Evitar picantes, ácidos y bebidas carbonatadas

El bruxismo es otra manifestación del estrés en nuestra boca. ¿Qué consecuencias puede tener para nuestra salud y cuál es el tratamiento más adecuado?Cuando uno está estresado, el cuerpo reacciona de muchas maneras: puede sudar, sentir presión en el pecho o sufrir problemas estomacales, pero la tensión añadida que el estrés ejerce sobre los músculos también puede llevar a apretar o rechinar los dientes de forma involuntaria.

La mayoría de las personas no se dan cuenta de que lo hacen, ya que suele ocurrir durante la noche, cuando el resto del cuerpo está relajado y durmiendo. Los casos leves pueden no requerir tratamiento, pero si esto ocurre con frecuencia y se aplica demasiada tensión a los dientes se podrían desarrollar graves trastornos de la mandíbula, dolores de cabeza o dientes dañados.

Los signos más comunes del bruxismo se manifiestan en forma de dolor de cabeza, de cuello, de oído o de garganta. Además, apretar los dientes puede generar dolor y otras consecuencias negativas en la boca y la mandíbula. A causa del rechinar o apretar los dientes, el dolor empezará a afectar a las piezas dentales hasta que empiecen a doler y se vuelvan frágiles al movimiento. Además, también es común observar dientes desgastados por el bruxismo.

Aunque es difícil dar con un tratamiento efectivo para el bruxismo, hay algunas formas de minimizar su impacto, reducir su frecuencia y aliviar los síntomas. Los métodos para corregir el bruxismo pueden ser naturales, como el alivio del estrés o la liberación de la tensión en los músculos de la cabeza y el cuello. Por otro lado, entre las soluciones para el bruxismo también encontramos dispositivos como los protectores bucales o las férulas dentales.

En ciertas ocasiones, el origen del bruxismo podemos encontrarlo en una mala alineación o posición de los dientes. En esos casos específicos el bruxismo se puede llegar a curar con ortodoncia. Para la corrección de este tipo de problemas, los dispositivos de ortodoncia aplican presión constante para mover poco a poco los dientes en la dirección deseada. Es importante tener en cuenta que el hueso que sujeta los dientes cambia de forma cuando éstos se mueven.

En el caso de migrañas o dolores cervicales, ¿por qué están tan directamente relacionadas con el estrés? ¿Cómo debemos abordarlos?Sí, estas dolencias son otras de las formas que tiene el cuerpo de exteriorizar el estrés. El dolor cervical es provocado por la tensión acumulada que genera pinzamientos en la zona y derivan en la sensación de dolor. El cuerpo responde al estrés tensando los músculos, rechinando los dientes o endureciendo los hombros. Estas reacciones involuntarias pueden empeorar los dolores de cabeza.