Analizar las características de la orina, cuando detectamos algún cambio significativo en ella, puede aportarnos una información de vital importancia para atajar problemas de salud que pueden estar en camino o, peor aún, instaurados en nuestro organismo. En España, los expertos insisten en estar atentos. Ya sea por el color de la orina o el olor, un cambio en las condiciones normales de la orina puede alertar de otras afecciones.
El arte de la uroscopia (inspección de la orina) ya jugó un papel muy importante en la medicina de hace muchos siglos, siendo su máximo representante el médico Hipócrates (año 400 antes de Cristo. Después, su práctica se convirtió en una pseudociencia hasta llegar va nuestros días como una técnica médica visual y metódica de la orina para el diagnóstico de las enfermedades internas.
Para intentar prevenir antes que curar, 20minutos ha entrevistado al doctor Higinio Flores, del Grupo de Trabajo de patología nefrourológica de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Con su opinión experta, vamos a averiguar qué significa realmente un fuerte olor en la orina, en qué casos está 'justificado' y cuándo debemos acudir al médico para saber qué está pasando.
Las 'pistas' que nos da la orina
Hay que tener en cuenta que las características de la orina van cambiando, dependiendo de factores como la ingesta de agua, el ejercicio, la temperatura exterior o la toma de determinados nutrientes. Eso es normal.
Pero como explica el doctor Flores: "cuando se analizan las características físico-químicas de la orina, nos podemos encontrar unas pequeñas trazas de proteínas (si se encuentran cantidades grandes podemos estar ante una lesión de riñón). Además, las cantidades inusualmente elevadas de orina pueden estar ocasionadas por enfermedades silenciosas como la diabetes. ¿Cómo sospecho que pueda tener un cálculo renal? Cuando observes un sangrado que tiñe la orina. Para finalizar, a grandes rasgos, las enfermedades del hígado o la obstrucción del árbol Biliar pueden dar un tono oscuro a la micción".
Fuerte olor en la orina
Existe un característico olor a amoniaco que podemos detectar en baños públicos, incluso en algunos lugares de la vía pública más escondidos, y se debe a la descomposición de la urea de la orina. Ese olor es el mismo que se produce de manera casi automática al ingerir determinados alimentos como los espárragos, la cebolla, el ajo e incluso algunos pescados, y todo es consecuencia de la descomposición de las proteínas que contienen. Ese olor no es indicativo de nada sospechoso, es inofensivo.
"Si por el contrario, el fuerte olor que detectamos en la orina no guarda relación con la ingesta de alimentos, y además va a acompañado de otras alteraciones macroscópicas o de síntomas, debemos consultar con el médico de familia porque puede que esté sucediendo algo", nos cuenta el experto.
Algunos puntos de inflexión
Además de por lo que acabamos de mencionar anteriormente, nos deben poner sobre aviso "los cambios en la cantidad de orina que producimos habitualmente. Se debe eliminar un mínimo de 400 a 500 ml de orina al día; si con la misma ingesta de líquidos y nutrientes de siempre, producimos mucha menos cantidad de orina (oliguria) o mucha mayor cantidad (poliuria) también debemos consultar al experto".
Una vez en la consulta del profesional, lo primero que nos solicitará es una muestra de orina, para cuya obtención debemos ser especialmente escrupulosos para no modificar las características físico-químicas y que el análisis sea suficientemente fiable.
La forma correcta de recoger una muestra de orina
En primer lugar, y conforme a los consejos del doctor Higinio Flores, hay que limpiar con agua y jabón los genitales. Debemos también evitar que el recipiente estéril en el que vamos a recolectar la orina entre en contacto con las piernas, los genitales, la ropa… y nada de tocar su borde o el interior con las manos para que no se contamine.
Este recipiente del que hablamos debe permanecer cerrado todo el tiempo, hasta que vayamos a recoger la muestra de orina. Para finalizar, "siempre debemos eliminar una primera (y pequeña) cantidad de la micción en el inodoro, para recoger después el resto, en cantidad suficiente. Esto es lo que se conoce como toma media de la orina", explica el doctor.
En busca del diagnóstico en la orina
Por lo que respecta al diagnóstico final, "indudablemente, la solución va a depender del proceso que se esté generando en nuestro organismo. Lo más habitual es que se trate de una infección urinaria, mucho más habitual ahora en verano. El remedio en estos casos paso por instaurar un tratamiento antibiótico adecuado, realizando a ser posible un cultivo para ver la causa concreta".
En otros problemas de salud 'mayores', lo normal es que "se precise descartar la sospecha clínica con la realización de otras pruebas diagnósticas por parte del médico de familia", concluye el especialista del Grupo de trabajo de patología nefrourológica.
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