Más del 67% de afectados por Covid persistente experimenta alteraciones de la atención y la memoria 

  • La pandemia de la COVID también ha producido un aumento significativo de la mortalidad entre las personas son afecciones neurológicas previas, como el alzhéimer o el ictus. 
El 45% de los pacientes presenta disfunción cognitiva leve y el 8% moderada-grave
El 45% de los pacientes presenta disfunción cognitiva leve y el 8% moderada-grave
GTRES
El 45% de los pacientes presenta disfunción cognitiva leve y el 8% moderada-grave

En muchos casos, la COVID-19 no termina cuando se supera la infección, incluso en pacientes que la han pasado de manera leve y sin requerir hospitalización. De hecho, según un estudio llevado a cabo por el Penn State College of Medicine más de la mitad de las personas diagnosticadas con COVID-19 desde diciembre de 2019 experimentarán síntomas como fatiga, dolor de cabeza o problemas para concentrarse hasta seis meses después de la recuperación, es decir, que padecerán lo que se conoce como COVID persistente.

Estos síntomas de covid persistente ya se dejan ver en las consultas de atención primaria y de especialistas desde hace meses, especialmente los síntomas neurológicos, como indican los datos presentados en la 73ª Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que tiene lugar en Madrid del 22 de noviembre al 2 de diciembre. Y es que, según estudios sobre el impacto que está teniendo la pandemia de COVID-19, el síndrome postcovid ya supone más del 3% de todas las consultas de Neurología en España.

Los síntomas neurológicos post-covid

Los síntomas post-covid se han disparado en las consultas de neurología, que han visto incrementadas el número de nuevas personas que presentan afectaciones neurológicas. De hecho, según datos presentados en la Reunión Anual de la SEN, más del 3% de las nuevas consultas que se realizan en los Servicios de Neurología son de personas que han superado la COVID-19.

Durante la fase aguda de la infección por SARS-CoV-2, es común que los pacientes presenten síntomas neurológicos. Entre los más comunes, como apunta el Dr. José Miguel Láinez, Presidente de la Sociedad Española de Neurología, “dolor muscular, encefalopatías, mielitis, crisis epilépticas, neuropatías, anosmia y cefaleas”. Entre los pacientes hospitalizados estos síntomas estaban presentes en el 60% de ellos, y muchos de ellos eran muy graves, como “accidentes cerebrovasculares, como ictus isquémicos, ictus hemorrágicos, o trombosis venosas cerebrales”.

Sin embargo, en muchos casos, los síntomas neurológicos no terminan, ni con hospitalización ni una vez superada la infección en casa, “lo que muestran estos trabajos es que el impacto de la COVID-19 va más allá y la salud neurológica de los pacientes españoles sigue estando afectada, porque síntomas como fatiga crónica, cefaleas, problemas de memoria, de atención y de las funciones ejecutivas son altamente comunes en las personas que superan la COVID-19, y porque esto hace que el síndrome post-COVID-19 ya suponga un motivo de consulta importante en los Servicios de Neurología”, continúa Láinez.

Un trabajo realizado en Albacete entre más de 800 personas adscritas a LongCovidACTS concluye que los síntomas más frecuentes que llevan a las personas que han pasado la COVID-19 a las personas que han superado la covid a acudir a las consultas de neurología son los síntomas cognitivos, como alteraciones de la memoria y de la atención (67%); las cefaleas, que están presentes en el 61% de los pacientes; y el mareo (49%). Otros frecuentes, según otros estudios son la pérdida de gusto y olfato (anosmia /ageusia) en un 20% de las consultas, los dolores musculares (19%) o los temblores (12%). Más del 50% refiere estos síntomas como fluctuantes, siendo persistentes para un 27% y, además, casi el 50% de los encuestados no había notado ninguna mejoría desde el inicio de estos síntomas.

Más mortalidad por afecciones neurológicas

La pandemia de coronavirus no sólo ha producido un aumento de los pacientes con afecciones neurológicas, sino también un aumento de mortalidad de los pacientes neurológicos. De hecho, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Alzheimer y los ictus repuntaron considerablemente su mortalidad. De hecho, las demencias fueron la primera causa de mortalidad en personas con COVID sospechoso, el Alzheimer fue la tercera causa no COVID que más incrementó en España en 2020 y los ictus la tercera causa de muerte más habitual en personas con COVID-19 confirmado y sospechoso. La causa de estos aumentos, según aseguran desde el SEN, es que, aunque la COVID-19 no fue el desencadenante de estas muertes, sí contribuyó a que se produjera por encontrarse entre las comorbilidades de la persona que falleció. Por ejemplo, haber padecido un ictus previo se asocia con mayor mortalidad por COVID-19 (más del 40%). Estos datos demuestran que, como apunta el Dr. José Miguel Láinez, “el impacto del SARS-CoV-2 no se puede medir solo en el número de nuevos casos que se producen a la semana, en el número de personas que están hospitalizadas por esta causa o en el número de personas que fallecen por COVID-19. Se trata de una pandemia que sigue causando mortalidad en personas que padecen otras enfermedades y que puede dejar secuelas. En este sentido es necesario medir adecuadamente el impacto de la COVID-19 sobre los sistemas de salud y la demanda asistencial, para redistribuir recursos y profundizar en el conocimiento y tratamiento de estos problemas”.

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