HELENA RESANO.PERIODISTA
OPINIÓN

Destino: Marte 2033

HELENA RESANO
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¿Sabe lo que va a hacer en 2033? ¿Sabe dónde estará? Alyssa Carson, con 15 añitos, sí lo sabe. De hecho lleva desde los 7 preparándose para ese momento: el primer viaje de la NASA a Marte.

Ella formará parte de esa tripulación que se jugará la vida para poder poner el primer pie en el planeta rojo. El viaje de ida tardará en completarse entre 6 y 9 meses y cuando lleguen no saben si podrán volver. Pero a Alyssa eso no le asusta. Su sueño desde pequeña es ir a Marte, ser astronauta, formar parte de esa primera misión humana.

Desde que vio en televisión unos dibujos animados de personajes que entraban y salían de Marte supo que ese era su destino. Y aunque cueste creer que con 15 años, en plena adolescencia, no cambie 17 veces de opinión, Allysa solo vive por y para esa fecha: 2033. Habla inglés, su idioma natal, español, francés, chino y está aprendiendo ruso.

No quiere ni oír hablar de la posibilidad de no llegar preparada para esa fecha. Hace mil pruebas de pilotaje, mete horas en simuladores de vuelos, se entrena en habitáculos sin gravedad. Faltan años para que la misión se complete, incluso llegue a arrancar, pero eso no le quita el sueño. Sonríe en cada entrevista, es una niña convencida de que ese es su destino: da igual si la misión puede resulta ser un desastre.

O que no exista billete de vuelta. O que en el mejor de los casos, si llega a volver, tenga muchísimos problemas de salud: tendrá que volver a aprender a andar, a caminar, aclimatar sus ojos y habrá que observar de cerca sus células porque el riesgo de sufrir un cáncer tras pasar casi dos años en el espacio será elevadísimo. Ella sonríe porque está viviendo su sueño. Alyssa solo piensa y vive para esa misión.

Y cuesta pensar que ese sueño no se convierta en una pesadilla cuando deje de serlo. Porque falta tanto tiempo y es tan joven que todo puede pasar. Sus padres la apoyan de forma incondicional. Son sus mejores aliados.

Su padre confiesa que no está dispuesto a perder ni un sólo minuto en pensar en lo que le pueda pasar, ni si en si va a volver o no. Ve a su hija feliz, vistiendo el mono azul de la NASA, dando charlas a niños pequeños y sabe que está logrando ya mucho más que lo que lograrán muchos adultos en toda su vida. Ser fieles a sus sueños. Luchar por ellos.

Alyssa es el mejor spot de publicidad de una agencia que no ha contado con el apoyo ni la financiación necesaria durante los últimos años. Así que la historia de Alyssa es tan inspiradora, tan de película, tan perfectamente diseñada por una agencia de marketing que están explotándola al máximo, concediendo entrevistas y contando su historia a medio mundo. Solo espero que no se olviden de que Alyssa es todavía una niña que sigue acordándose de esos dibujos animados que la hicieron soñar. Y que los sueños hay que alimentarnos. ¡Suerte pequeña!

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