Espero que este sea un empecinamiento pasajero y que el nuevo alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, no insista en su actitud infantil de que como la pelota es suya él decide quién y cómo se juega. Es lo que parece que ha hecho el regidor con una medida que a todas luces era buena para luchar contra la contaminación de la capital, independientemente de quién la puso en marcha.

¿Que la medida de Madrid Central no es perfecta? ¿Que es insuficiente? Sí, lo sabemos, pero por algo así había que empezar y ha sido muy buen comienzo el de Carmena, señor Martínez-Almeida. No concibo que usted no lo crea también y que no haya visto en el poquito tiempo que lleva que reduce la contaminación, mejora la salud de los madrileños, ahorra multas y emisiones de gases de los coches y responde a las exigencias de la Unión Europea contra la contaminación de las ciudades.

Por eso, como decían los miles de manifestantes que el sábado pasado expresaron su descontento por la eliminación de la medida, esta no debe limitarse al centro de la capital, sino que hay que extenderla a los barrios, porque tenemos derecho a respirar, a terminar con la contaminación, el ruido, el tráfico masivo y apostar por la salud. No me diga que usted también añora, como su compañera Isabel Díaz Ayuso, los "fantásticos" atascos de los sábados por la noche en Madrid.

Háganos caso, alcalde. A los ciudadanos y a los científicos y expertos que saben de esto y que dicen que hay que restringir ya el tráfico en el centro de las grandes ciudades por los altísimos niveles de contaminación, especialmente en Madrid y Barcelona. Enmiéndese la plana y no juegue con nuestra salud.