ANDRÉS ABERASTURI. PERIODISTA
OPINIÓN

Todo (casi) es aburridamente previsible

Andrés Aberasturi, colaborador de 20minutos.
Andrés Aberasturi, colaborador de 20minutos.
JORGE PARÍS
Andrés Aberasturi, colaborador de 20minutos.

Hay días que escribir sobre algo resulta complicado. No sólo ya está todo dicho sino que incluso estaba dicho antes de que se dijera. Me explico: las respuestas de Rajoy en su interrogatorio como testigo, las reacciones de Sánchez y de Iglesias, el goteo de imputados soberanistas por el dichoso referéndum (uno de los últimos, el director de comunicación del Govern, Jaume Clotet, defensor a ultranza de la necesidad de tener un ejército catalán propio creo que con una fragata y un avión incluidos) las llamadas al diálogo para evitar el manido aunque discutible choque de trenes, que Otegui quiera hacerse catalán si Cataluña consigue la independencia, que Iglesias, a los cien años de la revolución rusa, defienda el leninismo como "la capacidad para interpretar la política como el arte de lo que parecía imposible… Es una 'llave política' que va más allá de la propia Revolución de Octubre y de la experiencia soviética, de sus avances y de sus crímenes innegables" (suspiro de tranquilidad al citar lo de los ‘crímenes innegables’). Todo casi ya es aburridamente previsible. Todo está escrito, analizado y comentado.

Sólo hay algo que me sigue llamando la atención y no es el archifamoso "Luis, sé fuerte". Me pregunto por qué ni los abogados ni, sobre todo, los miembros del tribunal -que creo pueden hacerlo- insistieron a Rajoy en que el verbo ‘hacer’ conlleva, irremediablemente, una o varias acciones de forma que el famoso "nada es fácil, hacemos lo que podemos" no puede no tener ningún significado: si se hace lo que se puede es que algo se estaba haciendo: ¿qué, exactamente y por qué no era fácil? Pues tan importantísimo matiz, desde mi punto de vista, pasó sin apenas pena ni gloria la mañana memorable. Ellos sabrán.

Y luego llega la escenificación de Podemos y el PSOE. Nada comentaré sobre ella porque estaba tan prevista como el resto. Pero me llama la atención que junto al puño y la rosa, junto a las letras históricas del PSOE, se haya añadido hace poco tiempo una especie de leyenda explicativa: "somos la izquierda". No sé yo si tener que explicar eso después de 138 años es bueno, malo o todo lo contrario. O tal vez sólo sea un recordatorio sanchista de puertas para dentro.

Y por último el cada vez más cercano y cada vez menos creíble ‘choque de trenes’. Los que no tienen responsabilidad directa abogan claro por la negociación. Pero la negociación es ya un imposible porque ni una reforma constitucional, ni un estado plurinacional, ni tan siquiera ya más dinero, podrían impedir lo que el Gobierno de Puigdemont -con la inestimable colaboración de la reconocida experta en temas internacionales Yoko Ono- diera a estas alturas marcha atrás en su demanda. Creo que lo que  nadie pude predecir, por una vez, es qué va a pasar. Lo malo es que pase lo que pase, no será bueno.

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