El presidente y fundador de Convergencia per les Illes, Josep Melià, ha subrayado que su partido "no tiene ninguna vocación de bisagra" tras las elecciones del 22 de mayo, por lo que ha recalcado que esta nueva formación política "estará donde pueda defender mejor sus ideas, ya sea en el Govern o en la oposición".

Tras inaugurar la nueva sede de este partido, ubicada en la calle Rubí, número 13 de Palma, Melià ha subrayado que Convergencia per les Illes ya tiene garantizadas 40 candidaturas municipales en Mallorca, mientras que espera firmar en un "breve plazo" un acuerdo con Unió Menorquina, formación con la que, según ha subrayado, tiene una relación "fantástica y leal".

Preguntado por la intención que también tiene la Lliga Regionalista de alcanzar un acuerdo con Unió Menorquina, Melià ha recordado que el partido fundado por Jaume Font "ya lo intentó y no consiguió nada".

Por otro lado, ha negado que su gran adversario en los próximos comicios sea la Lliga Regionalista, sino que, según ha destacado, serán los dos grandes partidos políticos, el PP y el PSIB, a los que ha acusado de dejar a las islas "a la cola de todo, tanto en pensiones, como en salud, educación y servicios sociales".

De este modo, ha aseverado que el gran objetivo de su partido es ser una "alternativa" a 'populares' y socialistas y ha insistido en que Convergencia "no tiene nada que ver con UM", sino que se trata de un "nuevo proyecto político de cambio", que es lo que, en su opinión, pide la sociedad balear. Así, ha aseverado que esta formación tiene como "prioridad" la defensa de los intereses de Baleares y crear un "tercer espacio alternativo al PP y al PSIB".

Finalmente, ha augurado que su partido tiene "bastante garantizada" la presencia en el Consell de Mallorca y en el Parlament tras las próximas elecciones, si bien ha indicado que, en estos momentos, no va a "cuantificar" cuál va a ser la representación concreta que logrará Convergencia en ambas instituciones.