Las Patrullas Oso que la Fundación Oso Pardo (FOP) tiene destacadas en el occidente cantábrico -en Villablino (León), Cangas del Narcea y en los Ancares de Lugo- han retirado un total de 28 lazos ilegales en los primeros meses de 2011. En concreto, se quitaron ocho lazos en el concello de Cervantes (Lugo), 19 lazos en el concejo de Ibias y uno en el de Tineo.

Según informó la Fundación, en los montes de la mitad occidental de la Cordillera Cantábrica, el uso de lazos de acero ha sido una práctica ilegal frecuente y muy extendida para cazar jabalíes, corzos o ciervos, pero también pueden atrapar a otra fauna, incluidos los osos.

Desde que la FOP inició su andadura en 1992 ha retirado 1.476 lazos a los que se suman los retirados por la guardería de las administraciones y los guardas de caza de los cotos.

La utilización de lazos para cazar está tipificada en el artículo 336 del Código Penal. De este modo, quien coloca un lazo se arriesga a ser castigado con penas de cárcel de 14 a 24 meses, además de la inhabilitación para cazar durante un periodo entre 2 y 4 años.

Las Patrullas Oso destacadas en Villablino, Somiedo y Cangas del Narcea, que operan en el occidente asturiano y leonés, son financiadas por la Fundación Biodiversidad y la Obra Social Caja Madrid, mientras que la Patrulla Oso Galicia opera en el marco de un convenio con la Xunta de Galicia, con fondos de la Consellería do Medio Rural. Además de colaborar en la lucha contra el furtivismo, estas cuatro patrullas trabajan también en tareas de seguimiento de la población de osos y de educación ambiental.

Estos 28 lazos se suman a los retirados en la parte asturiana del corredor interpoblacional, territorio entre las dos subpoblaciones cantábricas de oso. En el mes de marzo, el equipo de campo de la FOP adscrito al proyecto LIFE 'Corredores Oso' localizó y retiró dos lazos de acero en montes del Concejo de Lena.

Puesto el hallazgo en conocimiento de la Dirección General de Biodiversidad y Paisaje, se organizó un operativo de búsqueda en el que participaron cinco guardas del Principado y dos miembros de la FOP, que se saldó con la localización y desactivación de cuatro lazos. Las trampas ilegales estaban preparadas en un entorno de prados y bosques de haya y roble.