A veces, el único lugar en el que no buscamos lo extraviado es en la Oficina Municipal de Objetos Perdidos.

Relojes, mantones de Manila, pulseras, camafeos... guardaron allí polvo entre 1924 y 1975. Cuántos disgustos provocaron y cuánto tiempo hace que estos objetos llenos de historias personales se separaron de sus dueños.

Desde el lunes y hasta el próximo viernes, muchos encontrarán nuevo propietario.

A las tres de la tarde, el Ayuntamiento de Madrid comenzó a subastar a través de la página de Internet salaretiro.com (que usa el portal Ebay) los 111 lotes en los que se han dividido los cientos de objetos.

Muchas de estas piezas aún conservan el papel que da fe de cuándo y dónde fueron encontradas.

Viajeros olvidadizos

El aeropuerto de Barajas y  las estaciones de Renfe son los lugares en los que se producen más extravíos, junto a taxis, autobuses, el Metro, museos y polideportivos.

Desde 1975, la oficina municipal debe mantener los artículos en sus dependencias al menos durante dos años, a la espera de que aparezca su propietario. Si no es así, se entregan a la persona que lo depositó en la oficina.

La Oficina Municipal de Objetos Perdidos está en el Paseo del Molino, 7 (Arganzuela).

Trozos de historia: