Las obras de mejora de la accesibilidad en el grupo Santa Teresa están a punto de finalizar, tras la reciente instalación del ascensor, el último elemento mecánico de transporte que faltaba, según anunció hoy el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz.

De esta forma, todos los elementos mecánicos ya han sido instalados: las escaleras lo fueron hace unas semanas y hoy ha quedado emplazado el ascensor, por lo que "la obra está prácticamente finalizada a la espera de los últimos remates y retoques", apuntó Díaz.

La instalación de escaleras mecánicas entre los diferentes bloques del grupo Santa Teresa, resuelve la comunicación entre las calles Santa Teresa y Prado de San Roque.

Para conseguir ahorro energético, las escaleras están dotadas de un dispositivo capaz de mantener en funcionamiento la escalera a baja velocidad cuando no tiene pasajeros, con lo que ganan velocidad secuencialmente cuando un usuario hace uso de la misma.

La obra, licitada con un presupuesto de 3,3 millones de euros, ha sido fruto de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Santander y la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno de Cantabria, y está siendo ejecutada por la empresa Ferrovial Agromán.

Díaz indicó que "esta actuación va a mejorar tremendamente la calidad de vida de los vecinos del Grupo Santa Teresa y todo su entorno, muchos de ellos personas mayores, con dificultades de movilidad en mayor o menor grado, a quienes la existencia de escaleras condicionaba de manera notable su día a día en tareas como ir a la compra, acudir al médico o simplemente salir de sus casas".

"Este proyecto servirá para que el barrio sea más cómodo, de forma que se atraiga a nuevos vecinos y se consiga una dinamización social y económica de una zona, como es el Río de la Pila y toda la ladera sur de General Dávila, por la que el Ayuntamiento de Santander apuesta decididamente", remarcó el concejal.

En su opinión, la mejora de accesibilidad del Grupo Santa Teresa "supone dar un nuevo impulso a la ladera sur de General Dávila".

La zona de actuación se centra en el denominado Barrio El Carmelo, promovido en la década de los años 50, formado por un grupo de viviendas que cuenta con acceso exclusivamente peatonal, que se efectúa por medio de escalinatas de pronunciada pendiente.

Con estas obras se mejorarán las condiciones de vida no sólo de los residentes del barrio sino también de los peatones que hagan uso de esta renovada conexión transversal de la ladera sur de General Dávila y mejorará también la accesibilidad del parque y el centro cultural de la Finca Jado, situado al norte de este barrio.

La actuación se ha completado con la urbanización de las calles de acceso a los portales, y la apertura de un nuevo vial para el tráfico rodado en uno de los niveles de la urbanización.

También se ha actuado en la escalera que delimita el barrio por el Este. Estas obras han consistido en la pavimentación mediante losas de granito de la propia escalera así como de sus mesetas.

Asimismo, se han revestido los muretes de acompañamiento y se han sustituido las barandillas existentes por otras nuevas.