Vecinos del Raval se resisten a dejar su casa por el ‘macrobotellón’

Han recibido ofertas de familiares o amigos para pasar la noche fuera de su hogar. Hoteles y bares cerrarán si hay vandalismo.
Los vecinos de la Rambla del Raval saben lo que es no pegar ojo en toda la noche por culpa de las fiestas que se celebran en la calle. La noche del próximo viernes al sábado está prevista la celebración de un macrobotellón, convocado por mensajes de teléfono móvil y por internet, y más de uno se ha planteado buscarse un lugar lejos de allí para poder dormir.

Por su parte, los dueños de bares y restaurantes que están al corriente de lo que se les avecina confían que la juerga no se traduzca en vandalismo y prevén abrir como cada noche, pero preparados para bajar rápidamente la persiana por si acaso la cosa se sale de madre.

Sin poder dormir

La vecina Carmen Lanaspa, de 77 años, mostraba ayer a 20 minutos su balcón con vistas a la Rambla. Su hija la ha invitado a pasar la noche en su casa, pero ella dice que prefiere quedarse en su vivienda, aunque sabe que si se celebra el botellón no podrá dormir y ni tan siquiera pasar las horas viendo la tele porque «el ruido de la calle es demasiado fuerte», explica.

Otra vecina, Alba, de 54 años, cuenta que ella sufre el problema del botellón cada fin de semana. «Estamos como en Gracia», cuenta, y añade que su calle «es el váter público cuando se organizan fiestas», como este macrobotellón al aire libre previsto para el viernes en la Rambla del Raval.

Acostumbrados al incivismo

Acostumbrados a convivir con los vendedores ambulantes de latas de cerveza y con los jóvenes que hacen botellón para gastar poco en sus noches de juerga, los hosteleros de la zona confían en que el incivismo se mantenga en sus niveles habituales. «Van a hacer un botellón, no a reventar nada ¿no?», comentan en la recepción del Hotel Abba, de tres estrellas. «Aparentemente vamos a abrir, después se verá si tenemos que cerrar», cuenta una camarera del Raval 32.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento