Los trabajadores de la fábrica de Corporación Alimentaria Peñasanta S.A. (Capsa), fabricante de yogures y postres de la marca Central Lechera Asturiana, han mantenido este jueves una reunión con la empresa para estudiar la aplicación del expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo acordado en 2008.

Fuentes sindicales han señalado a Europa Press que la reunión, que ha comenzado cerca de las 13,00 horas, se ha desarrollado bajo un clima de "buena armonía" y en ella la empresa ha entregado a los trabajadores un dossier del ERE de "unos 500 folios" que tendrán que estudiar para, en un período de 30 días, presentar sus posibles alegaciones.

"Remitiremos el informe a los servicios jurídicos para que ellos nos indiquen, pero en principio no debería haber mayor problema, porque es un ERE que ya se acordó en 2008", antes de que Capsa alquilará la fábrica por un plazo de cuatro años a Clesa, pertenecimiente a Nueva Rumasa, pero que si bien el grupo de Ruiz-Mateos decidió terminar con el contrato de alquiler el pasado 14 de diciembre.

El ERE acordado en 2008 entre Capsa y los trabajadores contempla el pago de 40 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades y "se firmó libremente, de manera que lo que se cerró entonces cerrado está". Asimismo, ha apuntado que la empresa no tiene intención de dilatar esta situación, ya que "la fábrica no tiene principio de continuidad sino que se va a cerrar".

Por otra parte, los trabajadores ya de Capsa van a demandar vía jurídica el pago de las nóminas que les adeuda Clesa, perteneciente a Nueva Rumasa, para que "sea un juez el que decida si debe pagar Clesa, Capsa o el Fogasa", aunque los trabajadores prefieren que sea Clesa la que pague la deuda.

El conjunto de trabajadores en la fábrica de Capsa en Sevilla está formado por 74 trabajadores, de los cuales un total de 62 pertenecen a Central Lechera Asturiana y otros doce han llegado a la capital andaluza de mano de Clesa.