Asamblea Ciudadana por Torrelavega (ACPT) ha instado al equipo de Gobierno municipal socialista y a la Dirección General del Transporte del Gobierno de Cantabria a "dejar atrás sus posibles diferencias" y se reúnan para elaborar conjuntamente "un listado con las deficiencias que presentan las estaciones de autobús de la Granja Poch y la de Renfe en Tanos.

Así lo ha reclamado este miércoles la portavoz de ACPT, Esther García, quien junto al miembro de esta formación, Javier Polanco, ha realizado una visita a estas dos infraestructuras "en las que hemos constatado las numerosas deficiencias que presentan, un abandono por el que estamos preocupados", explicó García, para quien "es evidente el deficiente mantenimiento y uso de ambas infraestructuras".

Según ACPT, los responsables políticos "se vuelven locos con megalómanos proyectos -en referencia a la nueva estación de autobuses en la finca de 'la Carmencita' que se prevé construir- cuando somos incapaces de mantener las actuales".

En concreto, y respecto a la estación de autobuses de la Granja Poch, construida hace cinco años, entre el listado de deficiencias presentado hoy en rueda de prensa por ACPT se encuentra el deterioro de los respiradores, la existencia de goteras y "un pésimo funcionamiento en lo que a horarios se refiere", indicó Polanco, para quien lo más graves es la reducción en el último año de la vigilancia, eliminándose el turno de noche (de 0.00 a 6.00 horas) "de forma que la estación permanece cerrada al público y los viajeros deben esperar al autobús en la calle".

Además, aludió también al hecho de que el horario de apertura de las taquillas se haya reducido -dos mañanas laborables a la semana permanecen cerradas-, la existencia de una máquina expendedora de billetes "que ha estado averiada durante semanas", las consignas que están fuera de servicio o la deficiente limpieza de los aseos. TANOS

Respecto a la estación de Renfe en Tanos, para ACPT la reciente inversión realizada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias no ha sido más que "un mero lavado de cara", pero "los servicios básicos como cafetería o venta de billetes siguen suprimidos, a pesar del notable aumento de viajeros a través del Albia", indicó Javier Polanco.

Este aspecto lo une ACPT a la "falta de seguridad" que, en su opinión, representa la existencia en esta misma terminal de ferrocarril de un depósito de mercancías peligrosas.