El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, espera poder "convencer" a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, de que los pescadores tienen "toda la razón" en relación con la cuota del verdel.

Revilla y las cofradías de pescadores de la región, que, según ha recalcado, tienen una "coincidencia absoluta" en sus opiniones al respecto, mantendrán este miércoles un encuentro con Aguilar para abordar la paralización que sufre la flota cántabra como consecuencia del cupo de capturas de verdel fijado por la Unión Europea.

A preguntas de los medios, el presidente cántabro ha defendido que la postura que trasladarán a la ministra es "sensata", ya que no se quiere "esquilmar el mar", sino pescar el verdel, especie que comienza a cobrar valor y venderse "muy bien".

Y en cualquier caso, "los bichos van a morir en un año y pico" cuando podrían estar "en las arcas", ha añadido Revilla, quien además ha advertido de que la sobreabundancia de esta especie puede hacer peligrar a los bocartes, al comérselos si coinciden en el mar, por lo que el hecho de que no pesque verdel haría peligrar también la costera del bocarte, para la que ya han partido los primeros barcos.

Por tanto, Revilla confía en que dado que Aguilar es una "mujer sensata", secunde y apoye la postura de los pescadores cántabros. El presidente ha abogado por conseguir cuotas "más flexibles" y por una fórmula "automática" que relacione las cuotas con la disponibilidad del pescado.

De todos modos, el presidente cántabro admite que para esta campaña ya no se podrá influir sobre la cuota del verde, aunque apunta que existe el "riesgo" de que en la campaña del año que viene la cuota sea aún menor.

Revilla ha insistido en que cuando ha sido necesario cerrar caladeros para recuperar la especie, como el caso de la anchoa, fueron los pescadores cántabros los primeros en solicitarlo. Son, por tanto, los miembros del sector "los primeros interesados" en el mantenimiento de la caballa, porque "a nadie le interesa cargarse de lo que vive".

Pero ha precisado que en este caso, hay bastante verdel en el mar, y justo en un momento en que otros países comienzan a demandarlo, lo que estaba haciendo que se "venda muy bien"