El secretario general del PSCyL y candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Óscar López, ha apostado este martes por el modelo autonómico, al mismo tiempo que ha considerado necesaria la "agilidad y racionalidad" en la administración por lo que, a su juicio, habrá que "repensar, adelgazar o reformular" el papel de las diputaciones, la administración "más antigua y más opaca".

Así lo ha puesto de manifiesto durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Fórum Europa, donde el candidato de socialista ha destacado que se "la austeridad es necesaria" puesto que "se puede hacer más con menos y mejor". A juicio de López el debate sobre las diputaciones ya está abierto en otras Comunidades como demuestran las veguerías en Cataluña.

"Es necesaria la agilidad y racionalidad en la administración, y la contención del gasto público. De ahí que propongamos pasar de doce a siete consejerías en Castilla y León y que propongamos una reforma de las diputaciones que suponga la simplificación administrativa apostando por la España autonómica, pero contribuyendo así a reforzar una realidad que muchas veces olvidamos: que todos somos Estado", ha subrayado.

López ha apuntado que las diferentes administraciones han invertido en 2010 "varias decenas de millones de euros" entre la Ley de Desarrollo Rural, el Plan de Convergencia Interior, los Fondos Miner, el Plan de Carreteras o la Agenda para la población, que, según López, "son todas inversiones públicas para fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo eliminando desigualdades".

En este sentido, se ha comprometido a realizar una ordenación del territorio "consensuada con ayuntamientos, grupos de acción local, sindicatos, empresarios y con el resto de fuerzas políticas para que todos estos instrumentos estén conectados entre sí".

"No se trata de invertir más sino de invertir mejor, y debemos reconocer que se han malgastado recursos públicos por la ausencia de esa coordinación que le corresponde a la Junta de Castilla y León que no ha ejercido el liderazgo que le corresponde hasta el momento", ha añadido.

Según López, para que Castilla y León crezca primero necesita ordenar su territorio y "diseñar una estrategia a diez años vista apostando por los pilares de su economía". Para ello, ha apostado por "una verdadera política industrial" que refuerce sectores como el del automóvil, el energético, el turístico o el cultural, para que "no ocurra lo mismo que con el textil y las azucareras" o como ocurriría, a su juicio, con el carbón "si siguiéramos las políticas del PP".

Igualmente, ha defendido la agricultura y la ganadería para garantizar "unos precios justos que hagan viable su futuro" puesto que, a su juicio, "se equivocan quienes ven en el campo un vestigio del pasado". "La crisis debe servir para reforzar a quien produce y debe controlar mejor a quien especula con el valor de lo que se produce", ha añadido.

Con todo, el candidato socialista ha apostado por gobernar "con eficiencia, austeridad y racionalidad" aunque también "con consenso", momento en el que ha destacado algunos acuerdos alcanzados en la Comunidad como la reforma del sistema financiero, el Plan de empleo, que a propuesta de la oposición generó 6.000 puestos de trabajo, o el Plan de Convergencia Interior para el año 2010.

Visión global.

Para López, la política pegada al territorio debe partir de una visión global, puesto que, según ha apuntado, los problemas y oportunidades de Castilla y León "no son muy diferentes a los que puede tener cualquier otro lugar de un país desarrollado".

Aunque ha señalado que la crisis financiera "ha golpeado con dureza en el empleo", López ve que España tiene "muchas más oportunidades y fortalezas que debilidades y amenazas", porque "con crisis internacional o sin ella, España no podía seguir creciendo de la forma que lo estaba haciendo", algo que, a su juicio, ha servido "para no creer nunca más en los milagros económicos".

En este punto, López ha subrayado que "todos los gobiernos" han cometidos errores en política económica, sin excepción del Gobierno socialista, que en su primera legislatura "fue tímido a la hora de cambiar el rumbo del modelo económico heredado del Partido Popular".

"Es cierto que en el período 2004-2008 se hizo un esfuerzo muy importante para capitalizar nuestra economía multiplicando por dos y por tres la inversión pública en capital físico y tecnológico. Pero se podía haber hecho algo más a la hora de frenar el ascenso de la burbuja inmobiliaria y consolidar el cambio de modelo de crecimiento", ha añadido.

En el caso de la Comunidad, López ha asegurado en su discurso que en Castilla y León hay un sentimiento generalizado de que hace falta un cambio de rumbo, si bien ha reconocido que "no hay sensación de urgencia al aplicarlo". "Mi adversario no estuvo tan mal. De verdad, no estaba tan mal para el pasado. Pero en las próximas elecciones no elegimos ningún ayer. Decidimos el mañana", ha añadido.