Nueva Rumasa ha alcanzado un acuerdo con Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa) por el que rescinden de forma anticipada el contrato de arrendamiento que suscribieron en 2008 para que Clesa explotara en alquiler una fábrica del grupo asturiano en Sevilla, informó la empresa de la familia Ruiz-Mateos.

Tras varios meses de negociación, según Nueva Rumasa, el pasado viernes, 11 de marzo, se acordó rescindir anticipadamente el contrato de arrendamiento de industria firmado el 15 de octubre de 2008 entre Clesa y Capsa.

La cláusula novena del contrato establecía que, caso de resolución, la totalidad de la plantilla pasaría a depender de nuevo de Capsa, "manteniéndose intactos los derechos de la totalidad de los trabajadores".

Una vez firmado el acuerdo de rescisión, la plantilla íntegra y la fábrica de Sevilla pasaron el viernes a depender de nuevo de Capsa, como se había pactado.

Traslado de la producción a pontevedra

Nueva Rumasa remarcó que la devolución de la planta a Capsa permitirá el traslado de la línea de producción de yogures y postres a su fábrica en Caldas de Reis (Pontevedra), "garantizando los puestos de trabajo de esta fábrica e incrementando su producción".

"La anticipación de la rescisión del contrato de arrendamiento de la fábrica de Sevilla y el traslado de la producción a Caldas de Reis forma una parte del plan estratégico diseñado por Clesa para garantizar su viabilidad", explicó el grupo de la familia Ruiz-Mateos.

Los trabajadores de la fábrica de Clesa en Sevilla informaron este lunes de que habían vuelto a formar parte de Capsa, fabricante de yogures y postres de la marca Central Lechera Asturiana, después de que ambas firmas hayan adelantado la fecha del traspaso previsto para el 14 de junio.

Ere en la planta de sevilla

Según indicaron fuentes sindicales a Europa Press, ahora Capsa aplicará el expediente de regulación de empleo (ERE) acordado entre los trabajadores y la empresa en 2008. Según han explicado, miembros de Capsa se han reunido este lunes con los trabajadores en Sevilla para informarles oficialmente sobre la nueva situación.

Las mismas fuentes han recordado que la fábrica lleva sin actividad desde el pasado 14 de enero y además los trabajadores "no han cobrado las nóminas de enero y febrero, la paga extra de diciembre y la paga de beneficios, que debería haber llegado el 1 de marzo", lo que "una deuda media por trabajador de entre 6.000 y 7.000 euros".