Acompañado de la Corporación municipal y de la familia de Javier Cortezón, Fernández Revolvo ha destacado su "calidad humana y su valía como deportista", ya que aún están en vigor algunos de los record que consiguió durante su etapa como atleta de elite.

En este sentido, Francisco Padilla, ex directivo del Club Atlético Laredo, club que fundó Cortezón, ha leído una carta enviada por el responsable nacional de fondo, Luis Miguel Landa, quien mantenía una estrecha amistad con el deportista laredano.

En la carta, Landa destaca la fuerte apuesta que Javier Cortezón hizo de la enseñanza "dirigida a los más pequeños", quienes representaban el futuro del deporte y del atletismo. "Para ellos, no había limitación de tiempo ni de medios", escribe Landa.

Y añade: "Siempre que disponía de un hueco, allí estaba el primero, vistiendo chándal e impartiendo formación técnica, de las múltiples disciplinas de los lanzamientos. Javier era feliz así", suscribe.

Luis Miguel Landa subraya, asimismo, que estaba considerado "un trabajador del atletismo" e incide en que se le recordará "por su entusiasmo, amor y trabajo por el atletismo laredano, lo vivió con intensidad y pasión hasta el final de sus días".

Finalizados los breves discursos, el alcalde de Laredo junto a la Viuda de Javier Cortezón y el atleta Mariano Haro han descubierto la placa que da nombre al Estadio Municipal.

Javier cortezón la Corporación Municipal acordó, por unanimidad, en la sesión plenaria celebrada el 26 de enero dar el nombre de Javier Cortezón al Estadio Municipal. La decisión tuvo en cuenta el palmarés deportivo, así como su labor por el deporte en Laredo.

Javier Cortezón fue lanzador de martillo, consiguiendo ser campeón español absoluto de la especialidad en 1974 y 1975. Defendió la camiseta nacional en ocho ocasiones, destacando su participación en los Juegos Mediterráneos de 1975 en Argel. Su marca personal de 65,30 metros, logrados en Ginebra en 1974, es aún récord absoluto de Cantabria y el 20 del ranking español de todos los tiempos.